Foto Bárbara
Captar la luz y como esta se proyecta en los objetos, esta es la obsesión de los pintores en general y de los impresionistas en particular. La mirada del pintor acostumbrada a medir, a observar, rara vez se equivoca; llega a ser hasta una deformación «profesional», pero sin duda se convierte en una manera de ir por la vida.