Las pipas

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Fotos Bárbara

Hubo un tiempo en que me dio por coleccionar pipas y no es que fumara en pipa si no que como objeto las veía muy bonitas y debo reconocer que el olor del tabaco de pipa es, o a mí me lo parece, muy agradable. Esto hoy puede resultar casi herético porque nos hemos vuelto socialmente muy correctos.

Francisco Bores López

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Francisco Bores: 1) Sin título, 1957; 2) Bodegón 1934; 3) Naturaleza muerta, 1967; 4) Paisaje de verano, 1965

Francisco Bores López nació en Madrid en 1898. Abandona sus estudios de ingeniería para estudiar durante tres años en la academia de pintura de Cecilio Pla con Cossío, Manuel Ángeles Ortiz y Joaquín Peinado, al tiempo que hace copias en el Museo del Prado. En 1922 participa por primera vez en la Exposición Nacional de Bellas Artes. Frecuenta los círculos literarios, tertulias de cafés y se relaciona con poetas y artistas de la época, colaborando con grabados en madera y xilografías en revistas como Alfar o Revista de Occidente… Participó en la Primera Exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos celebrada en el Palacio de Exposiciones del Retiro de Madrid. En 1925 marcha a París, donde se reúne con su amigo Pancho Cossio. Su obra fue rechazada en el Salón de Otoño al poco de llegar. Conoció a Picasso y Juan Gris, pero sobre todo hizo gran amistad con Matisse, al que admiraba. Instaló su estudio en la villa Saint Jaques. En su primera exposición en la Galería Percier conoce al crítico y editor Tériade, su más ferviente defensor y amigo entrañable a partir de ahí. Este mismo año expone en el Salón de las Tullerías y en el Primer Salón de los Verdaderos Independientes y participa en una exposición colectiva en N.Y. En 1930 se casa con Raia Pereswozka; el matrimonio tuvo dos hijos. Realizó dos exposiciones individuales en la Galería Vavin- Easpail. Paul Petit introdujo su obra en Dinamarca y en Suecia. En 1934 expuso junto con Dalí y André Baudin en Azwmmer Gallery de Londres. Un año más tarde participó en la exposición «Minotaure» en el Palacio de de Bellas Artes de Bruselas. Establece contacto con el galerista Kahnweiler, director de la Galería Simon de París. En el 36 expone en el Jeu de Paume de Paris en una colectiva de arte español contemporáneo. En el 38 y 39 vuelve a exponer en EEUU. Al estallar la Segunda Guerra Mundial marcha con su familia a San Juan de Luz, donde veía a Matisse casi a diario De vuelta a París empezó a trabajar con la Galería Alfred Poyet y con la Renau- Poyet. Los museos empiezan a comprar su obra. En 1951 forma parte de artistas de la Galería Luis Carré de París; tras el cierre de dicho establecimiento en 1964 colabora con otras galerías y continúa su labor de ilustrador, que fue una constante en su quehacer. En 1066 fue nombrado Officier de l`Ordre des Arts et des Lettres. La última exposición la hizo en la Galería Theo de Madrid en 1971. Murió en París con 74 años y está enterrado en Montparnasse.

El brote del rosal

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Foto Aurelio

Están brotando los rosales; la primavera que, ya no tenemos, está propiciando un renacer acelerado por las altas temperaturas. Como sigamos así tampoco tendremos otoño y al final estaremos como en las Islas Canarias, con una temperatura uniforme todo el año. Recuerdo que, después de vivir allí durante casi cuatro años, cuando volví a la península lo que me hacía más ilusión era ponerme ropa de abrigo.

Joaquín Peinado

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Joaquín Peinado: 1, Bodegón 1958; 2, Bodegón , 1961; 3 retrato de mujer sentada, 1961

Este malagueño, nacido en Ronda el 19 de julio de 1898; pronto destacó en el dibujo, por lo que se matriculó en 1918 en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Finalizados sus estudios marcha a París en 1923, donde se instala integrándose en la llamada Escuela Española de París formadaspor Bores, Pancho Cossío, Manuel Ángeles Ortiz, Picasso… Participó con Buñuel en «La Edad de Oro» y «Un perro Andaluz». Fue director de la Sección de Pintura de la Unión de Intelectuales Españoles y nombrado por la UNESCO como delegado de la Sección de Pintores Españoles de la Escuela de París. En 1946 fue uno de los organizadores de la exposición «Arte de la España Republicana. Artistas españoles de la Escuela de París», celebrada en Praga. A partir de ahí son sus exposiciones internacionales y, cómo no, es integrado en el mejor arte francés coetáneo (algo de lo que deberíamos aprender). Su estudio cromático al modo de acuarela, la importancia de la línea, de lo geométrico, su atención a un cubismo muy personal, configuran su quehacer en el lenguaje neocubista, la Figuración Lírica o la abstracción geométrica. En 1969 se consagra en nuestro país gracias a la exposición que se celebra en la Dirección General de Bellas Artes. Pieza fundamental de la llamada Escuela de París. Muere en París el 13 de febrero de 1975.

La ventana y el reflejo

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Foto Bárbara

Captar la luz y como esta se proyecta en los objetos, esta es la obsesión de los pintores en general y de los impresionistas en particular. La mirada del pintor acostumbrada a medir, a observar, rara vez se equivoca; llega a ser hasta una deformación «profesional», pero sin duda se convierte en una manera de ir por la vida.

En la cocina

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Foto Bárbara

No sé vosotros, pero a mí la simple, sencilla, cebolla me encanta; y si repasamos cualquier recetario de cocina vemos que casi todas arrancan con un sofrito cuya base es la cebolla y el tomate. Y no olvidemos la famosa sopa de cebolla que los franceses han elevado al paraíso de las sopas.

Podadas las moreras

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Fotos Bárbara

Todos los años, por estas fechas más o menos, el Ayuntamiento manda sus cuadrillas para que poden las moreras; lo hacen bien temprano de modo que, estando aún en la cama, oyes el ruido de las sierras mecánicas a modo de despertador, y no es una música precisamente celestial; prefiero el canto de los pajaritos que normalmente nos despiertan. Las voces de los mozos que hacen la faena acompañan al ruido de las máquinas infernales y como no se oyen entre sí, elevan el tono tanto que parecen que los tienes dentro del balcón en vez de fuera. Después las moreras desnudas se quedan así de bonitas, con esos nudos en la corteza descarnada, al aire y los mirlos y gorriones vuelven y se restituye el orden.

La fruta

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Fotos Bárbara

¿Por qué la fruta, en las grandes superficies, nos las venden siempre verde? Y si la dejas en un frutero, a poco que te descuides, se pasa y ya no hay quien se la coma. He llegado a la conclusión de que hay que dejarlas fuera de la nevera unos poquitos días y después enseguida al frío. Moraleja, hay que estar ojo avizor, si no quieres tener que tirar la fruta. Por eso reivindico la compra en los mercados de toda la vida que con su colorido suele ser un bonito espectáculo mañanero. ¡Y los plátanos canarios!