Dos meses de bloqueo por parte de Israel. Dos meses sin dejar entrar provisiones; la gente se muere de hambre y lo peor es la sed. He visto escenas de auténtico terror; un niño recién nacido famélico, niños en los huesos y es literal; niños que lloran de hambre y de sed. Y las madres desesperadas por no poder aliviar tanto dolor, tanto sufrimiento. Y el causante de todo eso, Netanyahu, paseándose por Estados Unidos, recibido en la Casa Blanca como un buen amigo. Y Trump haciendo bromas, ayer, diciendo que el próximo Papa sería él. Cómo es posible que alguien tan necio, zafio, cruel y paleto ha podido llegar donde ha llegado. Lo vimos en el funeral del Papa Francisco vestido de azul, mascando chicle con cara de aburrido, este hombre, no puedo llamarle señor, no sabe lo que es la educación ni el respeto. Cuando llegó al poder, en este su segundo mandato, afirmó con chulería que la guerra de Ucrania se terminaría en una semana. Y me pregunto, cómo es posible que los dictadores de la historia reciente hayan podido llegar a gobernar los destinos de tantos pueblos. Eso nos debería llevar a reflexionar.
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Gaza.
Seguimos con nuestras vidas. Soportamos las noticias de los informativos y nos hemos acostumbrado al número de muertos que cada día va en aumento; la suma es insoportable. Lo último ha sido, si no recuerdo mal, treinta y tantos muertos en una solo operación, en un solo bombardeo, siendo, como es habitual, las victimas en su mayoría ancianos y niños. Lo que está haciendo Israel es realmente una limpieza étnica, una masacre a la que asistimos sin que Europa, la Europa de los pueblos haga nada. Así es como lo siento. No importa nada que el tribunal de la Haya o cualquier otra respetable institución lo haya condenado, porque en la practica, Netanyahu, el genocida, campa a su aire y visita los países «amigos» como E.E.U.U. sin ningún problema. El todo poderoso presidente americano que bendice la idea de hacer de Palestina una especie de Riviera francesa, recibe al asesino en la Casa Blanca. Cuesta creer lo que está pasando, lo que estamos viendo todos los días. Y, me pregunto estupefacta y asqueada, hasta cuando.
Doble rasero: Rusia e Israel en los Juegos Olímpicos.
Pasada la emoción de la inauguración de los Juegos Olímpicos, hay una pregunta que no me abandona: porqué Rusia no y porqué Israel sí, dado que ambos tienen la misma categoría de países invasores, de crueles genocidas, de brutales transgresores de los derechos humanos. La consabida respuesta de que el poder financiero de Israel es lo que obliga a todos los demás países a doblegarse ante ellos, no me satisface. ¿Solo es eso o hay algo más que se me escapa? ¿Porqué Rusia está vetada en estos Juegos e Israel no? Por una cierta ideología… ambos diría que hoy son primos hermanos o es por que los palestinos son árabes y los ucranianos europeos; vale más un ciudadano europeo que uno árabe. Peor me lo ponen. Racismo puro y duro.
Más de 30.000 palestinos muertos.
Qué más tiene que suceder para que este genocidio pare. El hecho de que haya elecciones pronto en EEUU no justifica que el todopoderoso gigante americano no apoye ni siquiera una tregua. El fondo del asunto es que el poder del dinero está en manos de los judíos americanos, como siempre. Esta limpieza étnica llevada a cabo por el estado de Israel es tan monstruosa como lo que los nazis hicieron con judíos, gitanos y homosexuales de toda Europa. A simple vista parecería una «vendetta» histórica, pero el asunto es más simple y más estremecedor: aniquilar a todo un pueblo para apropiarse de un territorio que no les pertenece y al que tuvieron acceso por el acuerdo de Naciones Unidas en 1947. Todo se inicia cuando el 2 de noviembre de 1912, en una declaración del gobierno británico durante la Primera Guerra Mundial, se anuncia el apoyo al establecimiento de un hogar nacional para el pueblo judío en la región de Palestina. El ministro de relaciones exteriores británico Artur J. Balfour firma esa carta; es la llamada Declaración Balfour y está dirigida, en último extremo, a la Federación Sionista de Gran Bretaña e Irlanda. En 1948 Israel declara su independencia. La imagen romántica de los colonos israelíes de los Kibutz (colonias agrícolas) trabajando en los campos con el fusil a la espalda, para defender su «hogar» no se sustenta hoy. Se les cedió un territorio, no toda Palestina. La política de guerra de Israel es adueñarse de toda Gaza y Cisjordania. Hoy, en el sur de Gaza, no solo matan las bombas, el hambre está azotando a todos los desplazados, mujeres, ancianos y niños. La afirmación malévola israelí de que el sur era más seguro, llevó a muchos gazatíes a abandonar sus hogares para refugiarse en él. Reunidos, es más fácil aniquilarlos, debió pensar Netanyahu. La salida por el sur está cerrada, El Cairo no lo permite. Hoy se muere de hambre en Gaza. Hamás es la escusa perfecta para que Netanyahu siga con su lucha cruenta y feroz. Hoy, 5 de marzo de 2024, en el Cairo todas las partes se reúnen en busca de una tregua de cuarenta y tantos días. ¿Para cuándo la Paz? ¡Que cese ese genocidio ya!
El llanto de los niños palestinos.
¿El llanto de los niños es igual o diferente según de qué lado de la frontera nos llegue? Los oímos vagamente desde el fondo de la pantalla tras la voz del corresponsal que envía su crónica. Niños malheridos que llaman a su madre desesperados, con hambre, atemorizados. Niños de la guerra desangrados ante el horror de algo que no pueden entender. Niños rotos, huérfanos, sin hogar, sin tierra, sin protección, sin futuro, niños que, como sus padres, pueden ser moneda de cambio. ¿Cuánto vale un niño palestino? ¿A día de hoy como un adulto palestino? El precio lo ha puesto Israel, cincuenta palestinos por tres israelíes. ¿Tan poco vale un palestino adulto? ¿En el canje, cuánto valdría un niño palestino? Menos que nada, porque en la limpieza étnica que Israel está llevando a cabo, también exterminan el futuro que ellos representan. Sin niños, sin mujeres que puedan procrear, no existe un futuro para Palestina.
En defensa del deporte femenino.

Foto realizada en un campeonato de patinaje artístico con el permiso de sus padres.
Ahora que somos campeonas del mundo de fútbol, mi lanza en favor de todas las niñas y mujeres que durante años han luchado para conseguir este premio y otros, en los distintos campeonatos de las diversas modalidades que ofrece el deporte. Un premio es la recompensa de años de esfuerzo, de lucha, de ilusiones compartidas con un equipo, de sacrificio, pero que no siempre recibe la recompensa merecida. Hoy sabemos que muchas de ellas se han quedado por el camino por falta de apoyos de las federaciones, por un sinfín de obstáculos económicos o por falta de conciliación. Estos días se está hablando mucho del tema por la falta grave de todo un presidente de la Real Federación Nacional de Fútbol de nuestro país, vergüenza. Hay que pedir, y se está haciendo, respeto, el mismo que tendría un jugador. ¡Y qué menos! Este desagradable suceso ha puesto sobre la mesa las diferencias enormes que hay entre los hombres y las mujeres que dedican esfuerzo, ilusión y ganas a algo tan bonito como es el deporte. ¡ Se acabó!, este es el lema de ahora mismo, que hago mío, que debemos hacer nuestro.
86 años del bombardeo de Gernika

Fragmento del Gernika de Pablo Picasso
El 26 de abril del 36 La Legión Cóndor alemana bombardeó la población vasca de Gernika junto a la Aviación Legionaria italiana a favor de los sublevados franquistas contra el gobierno legítimo de la Segunda República Española. En una primera pasada destruyeron los tejados de las casas para después lanzar bombas incendiarias que quemaron por dentro las viviendas. Además era día de mercado, por lo que había mucha gente en la calle. Participaron 31 bombarderos y 26 cazas. Fue una auténtica carnicería contra una población indefensa. Según parece fue un ensayo para bombardear ciudades en la Segunda Guerra Mundial. Una tragedia y un horror de la que Pablo Picasso dejó constancia para la posteridad, para que quedara reflejada la barbarie y la sinrazón. Ninguna guerra tiene justificación.
Esta guerra nos toca el corazón
¿Qué tiene Europa que la guerra nos destroza de tarde en tarde? ¿Por qué en su suelo se han dado guerras de alcance mundial? Son preguntas que me hago a menudo cuando veo como está el panorama y este, ahora, es desolador. Haces unos años, no tantos, que la guerra de los Balcanes nos parecía algo insólito, inesperado, absurdo si se quiere, en un tiempo en que parecía que lo que se estaba desarrollando era algo del pasado, pero no, fue tan real y devastador que al contemplar las escenas de los campos de prisioneros nos retrotraían a la Segunda Guerra Mundial. Parece ser que las ambiciones de los tiranos sigue anidando en el corazón de personajillos que deciden sobre la vida de miles de ciudadanos. Hoy Ucrania es la nación que llevamos en el corazón, y hoy, por desgracia, hay que seguir clamando por esas vidas inocentes, pero mañana puede ser cualquier otra. Mientras, Europa hace lo que puede, que nos parece poco porque el tirano sigue haciendo de las suyas. Y los meses pasan y el invierno nos deparará escenas aún más terribles; cierto es que las consecuencias de esta guerra las sufrimos todos, pero no nos engañemos, no como ellos. Y otra vez vergüenza de esta Europa amordazada,
Puerto Banús, Costa del Sol (Málaga)

Foto: Bárbara

Foto: Bárbara

Foto: Bárbara

Foto: Bárbara
En el Costa del Sol, concretamente en Puerto Banús, la vida parece fácil. El mar se nutre de gasolina de los yates, las terrazas a rebosar de gente «guapa» que toma «flûtes» de champagne para desayunar y que lucen el bronceado dorado con desgana; se diría que el mundo se ha parado en este rincón del paraíso solo para millonarios. Los yates se alquilan a precios desorbitados para el resto de los mortales, pero en otros lugares el paro y la desesperanza nos avergüenza al contemplar tamaño despilfarro. Y, ojo, no me equivoco, de sobras sé que las cosas son así y que por desgracia seguirá habiendo estas diferencias abismales. Pero sería bonito pensar en un equilibrio más justo…
Je suis Bruxelles

Rogier van der Weiden: «Descendimiento de la cruz»(detalle). Óleo sobre tabla, c. 1443. Museo del Prado.
Cuando la percepción de Europa se encuentra en sus niveles más bajos, acrecentado por el abandono de los refugiados a su suerte, un nuevo golpe de los terroristas a su centro nos deja sin aliento. Sin duda a los yihadistas les molesta y mucho nuestro modo de vida, nuestra libertad, la libertad de expresión y la democracia que, sin ser modélicos, es por lo que hemos luchado muchas generaciones. Desgarra ver las escenas y el número de víctimas, y también, en los campos de los refugiados, a esos niños que se han pintado en la piel su rechazo al terror que imponen esos bárbaros; no quieren que se les confunda con ellos y que, ante el terror, se les meta a todos en el mismo saco. Ellos también huyen de ese terror. No lo olvidemos. Ahora es cuando necesitamos todos más Europa y la unidad de todos los pueblos.
HOY TODOS SOMOS BRUSELAS.