Fotos Bárbara
De los dos rosales de pitiminí solo ha sobrevivido este amarillo; el rojo, que no trasplanté a su debido tiempo, se ha perdido. Habrá que reponerlo. Los rosales rojos, por su parte, han crecido muchísimo; a estos no hay quien los pare, aunque el tamaño de sus flores han disminuido… La naturaleza anda también como el tiempo, un poco loca y, yo diría más, desconcertada.