Foto, Elena Colomina
La Tour engalanada para celebrar la presidencia de la Comunidad Europea. Bella, eterna, ella símbolo de la Ciudad Luz, nos sigue enamorando; lo mismo de día que de noche. Siempre nos aguarda impasible como el refugio al que nos dirigimos, como el puerto que nos abriga. Eiffel, sin duda un genio, que regaló a las sucesivas generaciones esa estampa de Paris que llevamos dentro aún lejos, aunque pasen los años.