Las dos fotografías corresponden a la última mujer de Picasso, Jaqueline Roque, y supongo que se hicieron en Mougins, en el sur de Francia. En la segunda, Jaqueline, coge con la mano a esa extraña y divertida «mujer» con un cántaro en el otro brazo. En los últimos años de su vida, Picasso en su retiro en el sur de Francia se dedicó sobre todo a la escultura y a la cerámica, aunque nunca dejara de pintar hasta su muerte un 8 de abril si no recuerdo mal. Desconozco si las fotos son de Brasaï, uno de los que más fotografiara la vida y la obra del genio español.
These photos are fascinating! Jacqueline Roque has a wonderful face, strong and with bright eyes. Thank you, Barbara, for sharing them with us.
Ciertamente es un rostro que denota una gran personalidad y así debió ser para convivir con la energía poderosa de Picasso. Gracias a ti, estimado amigo. Un gran abrazo.
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