Matisse y Lydia Delectorskaya

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«Le Rêve», 1935. Modelo Lydia D.

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«Grand nu couché», 1935. Modelo Lydia D.

Algunos se preguntarán quién fue Lydia Delectorskaya y qué papel jugó en la vida de Matisse. Fue simplemente una modelo, como Hélène Galitzine, o su amante, como sospechaba madame Matisse, o fue el detonante para que el matrimonio se divorciara. Las cosas a veces son más sencillas de lo que parecen. Lydia, es cierto, acompañó los últimos veinte años del pintor, más concretamente desde 1932 a 1954. En principio Lydia fue su ayudante de taller; después, modelo y secretaria. Emigrante de su Siberia natal, se presenta, en 1933, como modelo y lo fue en más de cuarenta pinturas. Curiosamente, a iniciativa de madame Matisse, es contratada como modelo y ayudante de su estudio. Lydia siempre ha manifestado, no obstante, que su relación con el pintor fue siempre platónica. Lo cierto es que Matisse encuentra en ella la inspiración que plasma desde 1934 en un pastel, «Jeune femme au corsage bleu (Retrato de Lydia)», después un óleo, «Le Chale écossais», «Les Yeux  bleus» y una serie de dibujos. Un año más tarde «Le Rêve» inicia el principio de una larga colaboración; durante los últimos meses de ese año hace posar a Lydia y a Hélène juntas. Otra curiosidad es que cuando ella tiene 25 años y él 65, Lydia empieza a darse cuenta de la importancia del trabajo del pintor y comienza a valorarlo. Madame Matisse, con razón o sin ella, se siente traicionada y pide el divorcio en 1939. Cuando Matisse es operado de un cáncer se convierte también en enfermera y se instalan en Vence donde sigue posando para él en: «Nu Rose», «Interieur Rouge», «Madame L. D., vert, jaune et bleu»… Una exposición retrospectiva en Filadelfia obliga a Lydia a desplazarse muchas veces; en el año 1949 tiene una entrevista con la secretaria del Museo de Arte Moderno de París a fin de organizar una exposición. De modo que ella se convierte en indispensable y él continua con los trabajos para la capilla del Rosario de Vences y les «découpages de papiers colorés» preparados por ella. Es ella también quien le ayuda a realizar estos últimos grandes trabajos. Matisse muere el 3 de noviembre a los 84 años y Lydia, el mismo día, abandona el Régina y no asiste a los funerales. Posteriormente publica dos obras como testimonio de su colaboración con él: «L’apparente facilité, Henri Matisse», editado por A. Maeght y diez años más tarde, «Henri Matisse, contre vents et marées: peintures et livres ilustrés de 1939 à 1943», editado por Hansma, París. Ella repartió las obras que Matisse le había regalado y vendido entre diversos museos, favoreciendo a los rusos. Muere el 16 de marzo de 1998 a la edad de 88 años. Es indudable el gran papel que Lydia jugó en la vida tanto del Matisse hombre como del artista.

6 pensamientos en “Matisse y Lydia Delectorskaya

  1. Me hechizó el cuadro de Matisse en el museo de Pushkin en Moscú » Los peces rojos» También es muy emblemático el cuadro » La Danza» . Ahora sí, entiendo la procedencia de esa buena coleccion .

  2. Adoro a Matisse y esta entrada ha despertado mi interés en esta relación. Me gusta que quede poco clara. «Grand nu couché» me encanta.
    Alberto Mrteh (El zoco del escriba)

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