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«El Beso», Gustav Klimt
«El Beso» es sin duda el cuadro más conocido del pintor austriaco. Para muchos críticos de arte los personajes del cuadro son el propio pintor y la diseñadora de moda Emilie Flöge, para otros era Adele Bloch-Bauer, de la alta sociedad vienesa, y para algunos más se trataría de la que sirvió de modelo a su Danae. «El Beso» es realmente grande, mide 180 por 180 centímetros, un cuadrado perfecto, aunque a veces, para su reproducción, corten los lados. Este formidable cuadro es el inicio de su «Periodo dorado» y está inspirado en los mosaicos bizantinos; analizando la obra, se desprende que las formas de los mantos, esos diseños simples reiterativos, tienen mucho que ver con el movimiento Arts and Grafts y las espirales nos pueden remontar hasta la prehistoria. Curiosamente se compró cuando aún estaba inacabado; el Museo Belvedere pagó una cantidad inusual, 25.000 coronas -por entonces una obra de arte solía alcanzar a lo sumo unas 500 coronas-. Cuando Klimt pinta esta conocidísima obra, había recibido feroces críticas por las pinturas en el techo de la Universidad de Viena, ridiculizadas por sus desnudos y calificadas como pornográficas; de modo que, cuando lo pinta, se encuentra en un estado de rabia y decepción. La inserción de pan de oro en sus pinturas al óleo le otorga al pintor su sello más característico, aunque también concitó críticas por utilizar lo que antes se reservaba exclusivamente a los recintos eclesiásticos. En el año 2003 se acuñó una moneda conmemorativa con un grabado de esta obra y un retrato del pintor trabajando. Comparándola con la «Mona Lisa», el periodista A. Brijbassi dijo: «‘El Beso» de Gustav Klimt supera todas las expectativas, a diferencia de esa pequeña y decepcionante Mona Lisa». Para gustos se hicieron los colores, como se dice vulgarmente; creo que no son comparables…
😍😍😍😍
Especialmente dedicado a ti este post.
Un fuerte abrazo.
Es una obra espectacular.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Impresionante!
Muchas gracias.