Impresionante fotografía de Vincent en la que su intensa mirada y sus ojos transmiten ese mundo interior tan apasionante que supo legarnos. Esta fotografía es realmente una radiografía de un ser complejo lleno de luz y de sombras. En el autorretrato pintado en Saint Rémy de septiembre de 1889, la fuerza de sus pinceladas delimitan perfectamente toda el magnetismo de su mirada. En los otros dos óleos tiene además la pose que utilizó en muchos de sus autorretratos, como en este y en el siguiente con sombrero de paja, aunque en ambos su mirada se dirige directamente al espectador no como en la fotografía, en la que mira al frente.

Autorretrato (detalle). Saint Rémy, septiembre, 1889
De mis pintores favoritos a ver si veo loving vincent.
https://mirinconcinefilo.wordpress.com/2018/04/05/120-pulsaciones-por-minuto/
Hola Natalia! También lo es mio.
Un abrazo.
L’impressionnante fixité du regard et ses joues repliées en creux sous les pommettes. Un vagabond lumineux, hanté, et je cherche le dessin de sa lèvre supérieure, contre l’autre, ourlée et sensuelle.
La sensualité de sa bouche est réussie avec une seule trait vigoreux de sont levre supérieure, c’est formidable! J’aime ça, la facilité d’un génie.
Merci beaucoup, chère Phedrienne.
J’adore ce peintre, je reblogue…Merci! Gracias!
C’est magnifique!
Merci beaucoup Louise.
Mon plaisir! 😉
Me encanta la expresividad del primer autorretrato.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Es impresionante! Tiene una fuerza tremenda; te alabo el buen gusto, Alberto.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.