
Catedral de Orleans. Foto: ARSO
Las rachas de viento de los días pasados me traen murmullos y susurros de la Estirga que al cabo del tiempo he logrado, no sin grandes esfuerzos, descifrar o eso me digo para animarme. Eso sí, me tengo que poner casi en trance auditivo, porque si no es casi imposible. Y, como el sonido racheado no es factible de subirlo o bajarlo a voluntad, la mitad del mensaje se me escapa y la mayoría de las veces el resultado es un puro disparate sin sentido. Ayer, cuando la mañana se abría paso y el viento aullaba sin descanso, creí entender algo así como: «Reuniónnnn de zoooo r… r..os… uuu… perdiooo… uuu…nn… Y, por más que agucé el oído, nada. Pero hoy, por suerte, he recibido esta postal de Orleans que lo explica todo. La remitía la Estirga y me daba cuenta de lo siguiente: «Reunión de zorros, perdición del gallinero», en clara alusión a este cónclave de gárgolas en la Catedral de Orleans.
Gracias de nuevo a ARSO.