Lo de Siria

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Leonardo da Vinci: dibujo

Los lugares en el mundo donde estalla la violencia y el terror se adueñan del día a día allí donde la vida humana de pronto no vale nada, y suelen ser, ya lo sabemos, lugares estratégicos donde las potencias tienen intereses, léase petróleo, gas o simplemente salida al mar. La riqueza, el comercio y el poder son los becerros de oro que hay que venerar hoy día. «Lo de Siria» dura, también lo sabemos, seis años, pero qué son seis años cuando el botín es tan goloso; qué son los miles de muertos, el dolor, el hambre y la miseria de otros, que además son árabes y nos pillan tan lejos. Es cierto, no es más que otro conflicto del que vemos y oímos distraídamente mientras comemos. Acaso la lejanía nos vuelve insensibles, acaso la costumbre nos vuelve sordos. Echo de menos las iniciativas que nos movilizaban, que nos hacían salir a la calle…; no nos olvidemos del poder de la gente que protesta en la calles: eso que parece poco llega a ser un clamor que a veces y según la fuerza de ese grito puede mover montañas. No soy ilusa, pero sí tengo esperanza en esa fuerza que no se conforma con cruzarse de brazos. Y si lo llamo «lo de Siria» es porque así, «qué hay de lo nuestro», es como los granujas hablan de sus asuntos; y Siria no deja de ser más que «el asunto» de los que gobiernan el mundo.

8 pensamientos en “Lo de Siria

  1. Somos espectadores impasibles de los grandes desastres del mundo y a base de verlos nos adormece nuestra capacidad de reacción y creemos que están muy lejos para involucrarnos.
    😥😥
    Saludos

  2. Suscribo al 100% estas lineas que escribes directamente desde el corazón pero también con la lógica cartesiana digna de una admiradora de la Cultura francesa. Para mí en esa guerra no hay nadie bueno, ni los combatientes de los bandos en lucha ni quienes les apoyan; sólamente las víctimas. Y su sangre sigue clamando a Dios por justicia. Y nosotros, en la «globalización de la indiferencia» (como dice el papa Francisco)

  3. Muchas veces si nos descuidamos nos pasa lo que Aldous Housley menciona en Las Puertas de la Percepción «De la familia de la(s) Nación(es), cada grupo humano es una sociedad de universos islas. Así, recordando nuestras propias aflicciones y humillaciones, podemos condolernos de otros en análogas circunstancias, podemos -siempre, desde luego un poco al estilo Picwick- ponernos en su lugar. Pero, en ciertos casos, la comunicación entre universos, es incompleta o inexistente».
    Que los que perpetran actos atroces, sean llevados a pagar por sus crímenes, depende muchas veces de la justicia que reclaman aquelllos que han despertado del estado general de insensibilidad.
    Muchas gracias por recordarnos que nos compete a todos, la dificil situación de Siria,
    Un fuerte y fraternal abrazo, estimada amiga.

    • Totalmente de acuerdo, querido amigo; de todos depende y a todos nos compete hacer oír nuestra indignación y dolor por las barbaridades y atroces sufrimiento de todo un pueblo. La pena es que ya no nos movilizamos como en otras épocas, quizás el corazón de los hombres se ha vuelto insensible a fuerza de que verlo cotidiano. Pero esa cotidaneidad no nos redime de nuestra culpa. Un abrazo grande que vuele hasta donde te encuentres.

  4. Los hechos están ahí, y por una serie de grandes fallos que se han cometido y que ahora tienen difícil solución. Hemos llegado a algo tan grande y que como no se solucione pronto podría extenderse aún más. Esperemos que no sea así
    Saludos

    • Cierto. En este mundo violento nadie está a salvo de los peores actos contra el ser humano; ahí están los actos terroristas que nos golpean ciegamente. Muchas gracias Delfigloce!
      Un abrazo.

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