En el Jardín Artístico Nacional del huerto del Cura de Elche se hermanan todo tipo de especies vegetales como estos Phyllostachys Aurea (bambús) con las aspidistras que a sus pies se mecen elásticas: rigidez y movimiento en feliz compañía. El palmeral de Elche fue declarado en el 2000 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Es una suerte contar con la posibilidad de contemplar los tesoros de la naturaleza. Cuando era pequeño, a mi padre le encantaba ir los domingos al Castillo de Montjuich. Desde el coche se veía parte de los Jardins de Mossèn Costa i Llobera de «plantas crasas y suculentas» (el nombre me hacía mucha gracia, especialmente cactus. Seguro que no eran tan felices como el de tu jardín, pero dignos de ver igualmente.
Los míos siguen contentos porque Aurelio los mima y los cuida con esmero. El Jardín del Huerto del Cura de Elche es una experiencia extraordinaria.Por lo que dices al clero en general les fascinaban este tipo de plantas y en general la botánica… ¿Mendel no era fraile?; me encantaría visitar ese jardín si todavía existe…
Según vi en Internet, están arreglándolo y, por ello, está cerrado. También a mi me encantaría volver.
Un abrazo, Feliz Nochevieja y Feliz comienzo del Año Nuevo. Espero con impaciencia ver el mensaje del Papa Francisco y el Concierto de Año Nuevo desde Viena