En casa de mis abuelos había una cocinera que guisaba como los ángeles -es un decir, claro-, se llamaba Roseta y de entre todas las salsas que ella bordaba había una prodigiosa que hacía para el cordero y que yo utilizo como un comodín; es un todo terreno que se adapta igual de bien para una carne o un pescado; es la bendita salsa fricandó. El domingo pasado tenía previsto hacer un bacalao con salsa de tomate y sus pimientos correspondientes y entonces me di cuenta de que la salsa de tomate iba a quedar escasa; remedio: la salsa fricandó. Si hacen esta receta, ya me contarán…
Ingredientes: Cuatro cucharadas de salsa de tomate, mejor si es casera y si no de bote, pero de calidad, un trozo hermoso por comensal de bacalao en su punto de sal, 1 cebolla, 1 cucharada colmada de harina, 1 vasito de vino blanco, pimientos rojos y verdes, aceite de oliva, y sal.
Primer paso, cortar en trozos los pimientos limpios y secos; los freímos en un buen aceite de oliva virgen -el aceite es fundamental para cualquier buen frito- y los depositamos escurridos en una cazuela. Secamos bien los trozos de bacalao, los rebozamos con harina y los freímos en el mismo aceite de freír los pimientos; dejamos que el papel de cocina absorba todo el aceite posible y reservamos. Hacemos la salsa poniendo en otra cazuela la cebolla cortada menuda y rehogamos, añadimos la salsa de tomate y, cuando estén hechas, rehogamos la harina para que no quede cruda; vamos dando vueltas y, cuando se forme una masa espesa, añadimos agua y dejamos que hierva, añadimos sal y el vaso de vino blanco. Cuando la salsa tenga la consistencia necesaria, la vertemos sobre el bacalao y los pimientos. Dejamos a fuego lento y, cuando se mezclen todos los sabores, listo para comer. Una recomendación para cualquier pescado: no hay que hacerlo mucho, de modo que en la sartén deben estar poco tiempo. ¡Buen provecho!
¡Para chuparse los dedos! Gracias por compartir la receta con nosotros. Un abrazo
¡Buenos días, Joaquín!
En esto del bacalao parezco portuguesa… y en los fados que me encantan también.
Gracias, mañico!
También a mi me encantan también los fados ¿Has oido a Teresa Salgueiro (ex cantante del grupo portugués Madredeus? Tiene una voz que a mí me pone la carne de gallina.
Delicious… 🙂
¡Lo estaba, lo estaba! Lo que está bueno se acaba enseguida…!
Muchas gracias, querido Ledrake!
No doubt you are inspiring… 🙂 🙂
Que gracia….Roseta…..era toda una institución….
Se lo paso a mi madre que le hará mucha ilusión leerlo…
Gracias por compartir estas deliciosas recetas!
¡Ya lo creo!
Mándale un beso de mi parte! Y otro para todos los andorranos!!!
¡Oh Roseta! Me parece que aún la estoy viendo. ¡Cómo se hacía querer y qué cariño tenía a toda la familia!
Para Ledrake
Muchas gracias!!!
Para Joaquín
Todos nos acordamos de ella; no me extraña porque pasó casi toda su vida en casa de los abuelos.
Para Joaquín
Conozco al grupo, pero a ella sola no; la buscaré, sin duda. Gracias.
cocinas tan bien como pintas!!! 😛
¡halaaaaaaaaaaa que exagerada! Jajaja… a lo mejor es al revés! O a lo mejor es que solo lo parece..
Bibis de cinco tenedores!!!
Tiene razón Candide,yo puedo dar testimonio de ello ya que he “probado” las dos cosas.Da gustó ir a casa de Bárbara y Aurelio porque no es sólo un placer para los ojos sino también para el estomago.Así es que se entenderá mi interés en seguir con su amistad.Besitos salados.
¡Y yo que creía que nuestra amistad era desinteresada! ¡Caray, Isabel!!!
¡Gracias, guapa por tus piropos y por pasarte por esta mesa virtual…ya sé, ya sé que prefieres la real… a ver si el tiempo se estabiliza un poco y atacamos esas chuletillas pendientes…
Besitos con el recuerdo de aquel glorioso couscous en Montparnasse!!!.
Ja,ja,ja…
Now I’m hungry again 🙂
Thanks for sharing, Barbara.
Un grande abrazo,
Hanna
¡Ya nos lo hemos comido, pero siempre estás invitada!!!
Compartir es lo mejor que hay, con la familia, los amigos…
Un gran abrazo, querida Hanna!!!