No puedo evitar poner unas palabras de Mandela, del discurso de su investidura presidencial el 10 de Mayo de de 1994 : «Estamos forjando una alianza que nos permita construir una sociedad en la que todos los surafricanos, negros y blancos, puedan caminar con la cabeza alta (…) una Nación arco iris en paz con ella misma y con el mundo»
He de reconocer que Mandela es uno de los pocos políticos a los que he llegado a admirar de verdad. El desafío que afrontó era impresionante y casi destinado al fracaso. El cambió su estrella y la de su país en un hermoso arco iris. Ojalá, sus sucesores estén a la altura.
Es muy difícil que así sea, pero su legado nos debe guiar a todos los países del mundo. Bonitas palabras, Joaquín; dicen que la cara es es el espejo del alma y él tenía, verdaderamente, un rostro hermoso… y un discurso impecable en defensa de la dignidad del hombre,