Foto, Bárbara
Sin duda la gastronomía forma parte de nuestra memoria emocional y por ello el recetario menorquín me pertenece de alguna manera. Marcel Proust sabía muy bien eso, sabía de lo que hablaba. Estos no son unas magdalenas, sí unas pastas muy menorquinas que junto con los crespells me retrotraen a mi infancia. Son tan fáciles de hacer que hasta a mi que no soy una buena repostera me salen buenos. En realidad solo hay que mezclar los ingredientes y listo para el horno.
Ingredientes: 400 gramos de harina, 200 de azúcar, 3 yemas de huevos, 200 gramos de manteca de cerdo, azúcar glas.
En un bol mezclamos las yemas de los huevos, el azúcar y la harina con la manteca de cerdo. Se amasa el conjunto con las manos hasta que esté todo ligado. Se deja reposar la masa durante 12 horas y, posteriormente, se estira con un rodillo hasta conseguir un espesor de medio centímetro. Con un cortador con forma de siete puntas se cortas las pastas y se hornean durante 8-10 minutos a 180 grados. Se dejan enfriar y se espolvorean con azúcar glas. La manteca de cerdo está muy presente en el recetario menorquín, a lo mejor por la influencia de los ingleses y franceses que dominaron la isla sucesivamente.
¿Cuándo iremos a comprarlas a Maó o a Ciutadella si lo prefieres?
Si Putin nos deja, el año que viene! Tengo unas ganas locas de ir a mi tierra que ni te cuento. Besos
Suelo recibir buenas críticas como cocinero pero como repostero soy casi nulo y prácticamente mi único logro es algo tan sofisticado como el bizcocho de yogur….Tu receta es sencilla y me permitirá avanzar. Me la guardo. Un saludo
Hola Verset! Me pasa lo mismo que a ti, soy bastante buena cocinera pero la repostería se me resiste. Debe ser que soy anárquica y eso de pesar y medir todo como que no, me gustar improvisar e inventar y eso en reportería es lo peor. Esta receta es muy sencilla, muy apropiada para ambos. Gracias por tu comentario. Un abrazo.