Foto, Jero
El término animalista, la verdad, no me suena bien, no me gusta, pero como ahora todo se simplifica estilo sajón, pues eso. Yo me siento defensora de los animales, los adoro, pero no me veo como «animalista», será por la edad. El caso es que me chiflan las tortugas y los caracoles, las dos especies tan tranquilas, llevando a cuestas su casa, lo cual me parece el summum de la inteligencia y progreso, y si no, piensen que son los únicos animales que van con su rulotte a todas partes. Que hace mal tiempo, pues adentro y listo. Por su forma de vida vegetariana, no hacen daño a nadie salvo a los tomates y a las lechugas; no sufren estrés, pues su andar lento contribuye a ello de forma importante. Sexualmente tampoco tienen aceleros, eso de aquí te pillo y aquí te mato, no, nada de eso, podían estar de coyunda horas y horas. En verano, en las noches calurosas los sacaba del terrario y los dejaba pacer a su antojo, los regaba bien y se quedaban en la gloria. De la vida sexual de las tortugas no sé nada, pues siempre que he tenido ha sido de una en una. Esta de la foto, que es tortugo, me la envía Jero desde Ceuta y, como es casi inevitable, se llama Legionario. Por qué digo esto último, pues porque una de las sedes de la Legión ha estado y está en Ceuta, ciudad que, dicho sea de paso, César Manrique dejó preciosa. ¡Y qué bonita su concha! Y conste que por naturaleza soy pacifista cien por cien.
Y en la tristeza de sus ojos, se refleja el secreto mudo de su sabiduría. Asombra que esos animalitos acuáticos vengan a desovar exactamente al mismo sitio donde han nacido. Siempre me maravilla su acionar, al igual que en cada una de las especies del orbe. También encuentro francamente alucinante, cuando las cabras escalan por los acantilados.
Aprecio tu pacifismo y el cariño particular por ambas especies que mencionas, estimada amiga.
Abrazo enorme, en estos días que el sol no da tregua.
Eres todo un poeta, estimado Demian! Tus comentarios son, sin género de duda, los más bonitos de este blog. Siento que no nos merecemos este bellísimo planeta porque, en general, no lo cuidamos como se merece. ¡Y es tan hermoso! Y si que es verdad que me encantan los animales, he tenido de todo: agapornis, tortugas, perros, pollitos, caracoles…. La verdad es que viéndolos en acción aún son más asombrosos sobre todo los perros, que te dan un cariño tan grande y desinteresado que los que no han tenido no saben lo que se pierden. Pienso en las terapias que se hacen con caballos, solo por poner un ejemplo, y es fantástico ver que ellos nos hacen la vida más grata y para muchos que sufren más soportable. Gracias, estimado amigo.
Un grandísimo abrazo!!!
Tenemos bienes preciosos en la tierra, que la corriente humana, no ha podido nivelar. Cada criatura, posee un ritmo particular, que tampoco hemos sido capaces de seguir. Hay que reconocer la piedra de toque, para verdaderamente asimilar el paseo bajo los olmos, de nuestra breve existencia.
La gran diversidad animal, tiene grandes destellos de luz, aún desconocidos para el hombre.
Estoy muy agradecido por tus palabras y por la amistad que me has brindado, poco después de que un caracol me condujo hasta tu blog.
Otro afectuoso abrazo !!!
Lo del caracol lo recuerdo perfectamente y tus advertencias de que pueden trasmitir enfermedad. ¡Cómo olvidarlo! Con el trascurso del tiempo el blog me ha permitido conocer a personas maravillosas que tú recordarás también como a Joaquín de Carpi y a Candide. Dos personas a las que añoro y que ya no volverán pero cuyas hermosas palabras siguen aquí.
Estoy convencida de que el remedio para muchas enfermedades graves está en el mundo submarino; de hecho hay una empresa española que lleva años buscando el remedio del cáncer en el mar. Todavía desconocemos tanto y hay tanto por explorar…
Un abrazo enorme con mucho cariño y admiración!!!
Inolvidables !!! Al igual que Antonio, han dejado onda huella. Aún no me acostumbro a su ausencia. Sus espacios, el tuyo y el mío, serán ésos refugios donde sentiremos que su gran calidez humana, nos sigue acompañando.
Un abrazo cariñoso, asido de indelebles recuerdos!
Ciertamente lo son !!! Y siento que hemos sido afortunados por haberlos conocido y tratado y como te dije, ahí están sus bellos comentarios, sus huellas palpables, pero en nuestros corazones están y estarán de otra manera más profunda con el vacío que deja la ausencia de un amigo. «Cuando un amigo se va, algo se rompe en el alma…»
No cambies nunca Demian! Un abrazo enorme de gratitud y de amistad!!!