
Lantanas rojas. Foto, Bárbara
Volví al vivero y lo primero que me encontré eran las lantanas rojas y amarillas; no lo dudé, hacía años que iba detrás de ellas. Ya las he plantado en una maceta bien grande porque crecen una barbaridad. Habrá que podarlas de modo que las pueda controlar sin que se desmadren. Estoy contenta y más feliz que una perdiz… con poco me conformo, lo sé, pero con los tiempos que corren es casi demasiado. Ellas me llevan a los años felices en Ciudadella, cuando de pequeña jugaba en aquel jardín cuyo límite era el puerto por eso las prunas doradas y dulces sabían a sal, a mar…
Lovely flowers in the colours of your country!
Si , es cierto. No lo había pensado. Qué patriótica!!! Un fuerte abrazo.
Es curioso cómo los sabores o los olores permanecen en nuestro recuerdo y nos evocan momentos de nuestra infancia.
Besos, Bárbara, de los de seguir adelante.
Sin duda alguna, querida Chelo. Y cómo se nos quedan grabados en la memoria, de que manera… Muchos beso y un abrazo muy fuerte.