
Entrada al dolmen de Menga. Foto: Bárbara

Corredor. Foto: Bárbara

Ortostatos y pilar: Foto: Bárbara

Pilar. Foto: Bárbara

Parte de la cubierta. Foto: Bárbara

Pilar. Foto: Bárbara

Pilar y ostostatos laterales. Foto: Bárbara

Corredor. Foto: Bárbara

Pozo. Foto: Bárbara
Para los amantes de la Prehistoria como yo, entrar en el dolmen de Menga es entrar en un santuario. Este monumento megalítico vienen datándolo los arqueólogos entre el 4.500 y el 2.200 a. C. Su estructura está formada por grandes losas de piedra verticales (ortostatos) que conforman un corredor que desemboca en una cámara semicircular. El techo del monumento esta formado por losas llamadas cubiertas. Lo sorprendente, aparte del enorme tamaño de las piedras, es que están unidas sin ningún tipo de argamasa o mortero, es decir a piedra seca. Todo el conjunto está cubierto por un túmulo artificial de tierra y piedras que lo cubría casi por completo, de manera que desde el exterior no se veía. El corredor está formado por cuatro ortostatos a ambos lados formando un pasillo que desemboca en la cámara de forma alargada y oval formada por siete ortostatos y una gran losa al fondo. Los ortostatos pueden medir hasta los 4,7 metros de altura más el metro introducido en la zanja de cimentación con un grosor de metro y medio más o menos. Las losas de la cubierta pueden pesar hasta 250 toneladas, de ahí los pilares que las soportan. Estos pilares no son frecuentes en el megalitismo europeo. Y aunque por su aspecto pudiera concebirse una utilidad más de habitación, en realidad la función del dolmen de Menga era de carácter funerario, pues allí se depositaban restos humanos, es decir, enterramientos de carácter colectivo. El pozo que se haya al fondo tiene una profundidad de 19,50 metros y aún hoy se discute su función y cronología. La gran pregunta que uno se hace es: ¿Cómo se pudo hacer sin la tecnología actual? ¿Como se pudieron mover esas enormes piedras?
Este post completa en que en su día puse y que continuaré con gráficos pues es este un tema que me apasiona.
Me apasiona esta construcción. Has hecho un excelente reportaje.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Este monumento megalítico, en Antequera, es una maravilla. Hace tiempo que quería ir y no me ha defraudado en absoluto. Es un auténtico santuario del Paleolítico y conociéndote un poquito creo que te encantaría.Es un enigma. Lo contemplas y piensas cómo pudieron hacerlo sin la tecnología que hoy tenemos… increíble.
Muchas gracias, Alberto.
Un abrazo.
Me dejas con las ganas.
Te lo recomiendo de veras!
Un abrazo.