
Foto: Bárbara
La cocina me apasiona y a pesar de eso nunca antes había hecho pan casero con masa madre. Reconozco que la paciencia y el mimo que hay que tener para hacer masa madre en principio me hizo dudar, pero pudo más en mí la curiosidad y me lancé con mi pareja a cuidar y alimentar la masa madre día a día. Y, como se trata de algo vivo que va creciendo y menguando, la historia resulta muy divertida. Ayer hicimos en primer pan y debo decir que no salió todo lo esponjoso que debiera, creo que porque lo amasé manualmente, por lo que he decidido comprarme una amasadora. Sé que debo ajustar el tiempo de horneado, pues cada horno tiene una potencia diferente. El resto de la masa madre la tengo en la nevera para seguir utilizándola. El pan está tan bueno, que quiero seguir haciéndolo en casa. En Internet tenéis todo la información si os animáis.
La verdad es que salió buenísimo.
No estaba mal, no!!!