Pasear por las Ramblas de Barcelona siempre es una delicia; ese eje principal de la ciudad está llena de gentes que van y vienen en su hacer cotidiano y en el discurrir indolente de los visitantes que se toman su tiempo en degustar una de las ciudades más cosmopolitas de Europa. En uno de esos paseos me llamó la atención esa curiosa simbiosis en esa fachada entre los paraguas y el dragón que justo en la esquina domina, desde su posición privilegiada, esa marea humana, tan variopinta, que discurre hacia el mar.Reconozco mi ignorancia ante ese edificio tan singular e imaginé que podía ser una tienda de paraguas o algo similar. No sé nada referente a ese edificio ni a su actividad pero en el fondo es igual, lo que sea permanece en mi retina y en el recuerdo.
Fotos: Bárbara
Plutôt sympathique ce dragon doublement protecteur contre la nuit et la pluie, apparemment. Il doit vous emmener jusqu’aux tréfonds de l’Asie quand il se décide à s’envoler, pour peu qu’on se laisse «endragonner» 🙂
Hahaha… Sans doute un vol vers l’Asie serait en tout cas très interesant avec vues surprenantes… et en plus j’ai l’impresion d’être dans une outre vie yeux déchirés…
Merci, la plus belle poéte!
En Barcelona ay edificios precioso, como este. Muchas gracias por compartir.
Adoro Cataluña, sus gentes, su cultura, su gastronomía y Barcelona me parece una ciudad increíble a la que voy siempre que puedo.
Muchísimas gracias Junior!
Seguro que al ver los dragones contemplando elir y venir de la gente recordarías la Estirga y tus restantes amadas gárgolas 🙂
Pues sí, querido Joaquín! Ademas el edificio es fascinante, me alucinó.
@»Pasear por las Ramblas de Barcelona siempre es una delicia…» – de verdad, claro qué si! 🙂 ❤
Adoro Barcelona y desde que recuperó el mar mucho más!
Muchas gracias!
Un fuerte abrazo.