Un día gris, ese gris parisino que tanto añoro y más en estos días de «canicule» en que el termómetro se pone a cuarenta y dos grados como si nada. Ese bendito clima parisino que te permite andar y andar kilómetros sin cansarte y ponerte una gabardina y una boina, teniendo todo el día por delante para, poder saludar a Napoleón que subido en su columna de bronce, hecha con los cañones enemigos, celebra la victoria de la batalla de Austerlitz… en la place Vandôme tan bonita y recoleta. ¡Mil gracias, parisina, por la foto!
Estoy de contento hoy. Porque aquí hace un tiempo gris y fresquito, porque no veas ayer la calor que hacia. Precioso escrito.
Muchas gracias, estimado, Junior!!! Un abrazo grande.
Gracias por la foto y tu comentario, ambos estupendos, Bárbara. Siempre nos quedará París. Espero visitarla antes de morir (cosa que espero tarde muchos años)
Muchísimas gracias, querido Joaquín; todo llega y espero que cuando vayas te enamores también como yo de esa ciudad tan bella. De eso nada, si eres un jovenzuelo…
Je goûte comme toi ces cieux chargés où toutes les teintes s‘intensifient et se dramatisent…
Paris toujours, Paris!!!
Merci ma belle Phédrienne!
Hermosa y como dices, tan tipica postal de Paris. Tus fotografias seran el gancho perfecto para recordar y volver a vivir.
Gracias por siempre y un entranable abrazo, apreciable amiga.
Un millón de gracias a ti, queridísimo Demian!!!