Llevo dos días estornudando, con escalofríos, y con la mente espesa; barrunto que el yin y el yan no andan bien; observando el panorama me digo para mis adentros: Mon dieu, estamos a 26 grados mientras en León, es un decir, tiritan de frío rodeados de nieve que da gusto. Me encuentro en medio de terribles oscilaciones nocturnas y diurnas (típico clima desértico) y al final, claro, la pillé; iniciando el proceso en el que me hallo, aún no estoy segura si es trancazo, constipado o gripe, en fin, que más da si estoy hecha unos zorros. Para mí, que cuando te invaden los microbios, ellos no te preguntan si te viene bien o no, simplemente te invaden… Invadida pues, no me queda otra que resignarme y tomar infusiones de tomillo que aclaran la garganta y te dejan el estómago fané y «descangallao». Barrunto que esta invasión sin previo aviso se debe a que tenía el yin y el yan descompensados; debe ser eso. En fin, para restablecer las coordenadas de mente y espíritu he decidido pasar por el Oasis Zen Garden del Huerto del Cura, que es una maravilla. ¡Vean si no!
Lo siento muchísimo, Bárbara, espero, deseo, y rezo por ello, que rechaces la invasión y que te pongas bien rápidamente. El stitio que nos has enseñado (estupendas fotos, dicho sea de paso) me parece el lugar ideal para reequilibrarse en todos los aspectos. Un abrazo
Perdona el retraso en contestarte, pero el ánimo decaído y las toses me han tenido alejada del teclado; hoy parece que la cosa va mejor. Ese jardín Zen es para perderse y que vuelvan en si los equilibrios desequilibrados.
Un abrazo zen!.