Acabo de tener un sofoco bloguero y no se lo deseo a nadie; es lo que tienen los sofocos, primero te sube un calor a la cara, que se enrojece, y a continuación te invade la confusión y te preguntas: ¿Cómo ha sido posible? ¿Tan despistada soy? ¡Pues sí!, debo reconocer y, a continuación, a modo de única excusa posible, ¿me estaré haciendo mayor?… Esto no reconforta nada, de modo que intento buscar una explicación racional en vano. La menopausia no es, de manera que este sofoco es de pura tierra, trágame o algo así. En fin, lo confieso sin más preámbulos: ¡me he quitado dos años! Después me voy sintiendo mejor, como aliviada… mi falta ha sido no consultar las estadística por años y creer, ingenua de mí, que este año que empieza es el tercero de andadura, de esta andadura bloguera, cuando realmente comienzo el quinto. Ya está dicho. Finalmente, uff, no ha sido tan duro. En mi descargo solo puedo decir que no ha sido intencionado, que va en contra de mi actitud ante la vida (estoy muy orgullosa de cumplir años) y que, buscando las causas, solo he encontrado una: que me lo paso tan bien que el tiempo se me ha pasado volando. Solo me queda pedir disculpas a todos. Fin.
Ja, ja, Barbara! Da igual los años que le pongas o quites a tu blog… se conserva y conservará siempre de maravilla.
Besetes a mi vuelta del espacio exterior.
Jajaja, gracias María! Ya me he quedado más tranquila; es el primer sofoco bloguero y como toda nueva experiencia supone sensaciones encontradas…
¿De que espacio vienes, si se puede saber?
Un abrazo bien grande y un beso de bienvenida!
Esta vez, solo de Valencia, a uno de mis rincones favoritos 😉 😉
Besetes
El mío está en Menorca y siempre sueño con volver; me alegro mucho de que hayas disfrutado.
Besos.
No hacía falta disculparte (aunque por leer tus palabras me ha valido la pena que lo hicieras). ¡Pues si tú lo has pasado bien, imagínate nosotroslos que tenemos la suerte de leer y el honor de participar en este blog!
Pues de un tiempo a esta parte, tengo unos despistes de cuidado, menos mal que, de momento, me los puedo tomar a coña. Me ha dicho un pajarito que las pastillas para la tensión, como por otra parte todas, tienen efectos secundarios y por lo visto la memoria que la he tenido de elefante se me está quedando minuscule que dirían los franceses.
Eres realmente un encanto y qué haría yo sin tus comentarios…
¿De verdad Bárbara lo que dices merece que te lleves un sofoco?
Yo entro aquí para valorar tu trabajo, gracias por tus bonitas imágenes.
Un abrazo.
Es una forma jocosa de contarlo; lo tremendo es el despiste.
Muchísimas gracias, me miras con buenos ojos!
Un abrazo y buenas noches.
Si no fuera así no te miraría, je, je… Y sobre despistes ¡para qué contarte!
Buenas noches y gracias.
Buenos días ya, estimada Isabel!Feliz semana.
Besos
¡Qué más dan los años si lo que más nos hace disfrutar son tus fotos y tus escritos!
Felicidades por estos años y agradecida porque me gusta leerte.
Besitos.
Eso me digo yo a modo de quitar hierro a la cosa, pero no cuela. Querámoslo o no, los años pasan aunque la experiencia también es un grado, si no sería muy chungo.Muchísimas gracias, Chelo, eso si que anima a seguir.
Muchos besos.
Ains… lo ves? Ya te dije una vez que por ti no pasan los años… #yestoesasi Petonets.
Siestoesasí, como que me quedo la mar de bien.Ya ves! Aunque sea una mentirijilla piadosa, te digo lo que decía una amiga: «no es verdad, pero qué gusto me da».
Besos, petonets y betons, lo que tu elijas!
Sin leer el texto, iba a felicitar por el precioso juego que el nombre da al pie de las fotos, «y tanto que bárbaras!» pensé.
Al leer el texto, Bárbara atemporal, como las fotos que se colocan en un pie tan bárbaro.
Saludos!
Muchísimas gracias, Indiainiciando! Y bienvenida. Te agradezco de veras que te pases por aquí; considérate en tu casa.
Saludos cordiales!