En el escaparate, toda una declaración de principios, el letrero dice: T’estimo porc que traducido es igual a: Te quiero cerdo; tal declaración de amor se explica en el interior de esta Botifarreria de Sta. María, justo enfrente de Santa María del Mar, que contiene todas las delicias que se derivan del cerdo: jamones, butifarras, sobrasadas… un lugar para pecar contra el colesterol y, si llega el arrepentimiento, buscar la absolución en el interior de la bellísima iglesia.
Un lugar que recomiendo para todo el que quiera conocer los buenísimos embutidos catalanes. La gastronomía catalana, por otra parte, nos puede hacer levitar.
Siempre he dicho que me extraña que los inventores del jamón, el embutido y la cerveza no tengan monumentos en todas partes; quizá es porque sus nombres no se conocen 🙂
¡Donde hay que firmar…!
La conozco y es cierto… todo dice: Cómeme 😉 😉
Besetes de noche, amiga mía.
Pero todo, todo! Yo tengo debilidad por la botifarra, no lo puedo remediar…
Besos, querida María!