Estando en Barcelona no puedo dejar de hacer una visita al mercado de la Boquería, cada una tiene sus debilidades. Si los puestos de frutas son un derroche de color por la variedad, hay otros, como el de la primera foto, que se especializan en setas y en rovellons, que es otra debilidad que reconozco; en otros el marisco y las mallas de caracoles perfectamente colgadas y alineadas, según la variedad de que se trate, ponen en marcha mis papilas gustativas y entonces lo mejor es pararse en cualquiera de los bares y tomarse, por ejemplo, unas patas de calamar rebozados con una cerveza; de entre todos El Pinocho es el rey, y su bondad se nota por la clientela que espera pacientemente poder coger un puesto en la barra; si no quieren esperar, cualquier otro tiene una variedad de tapas que satisfacen al más exigente.
También es uno de mis lugares favoritos en Barcelona.
Besetes culinarios.
¡Ah, Barcelona! Qué ganas de volver…
Besos, querida Chelo!!!
Visitar la Boquería siempre es un acierto. Se te va la vista y se abre el apetito.
Espero que la próxima vez, la podamos visitar juntas, Barbara.
Besetes, querida.
Es una gozada para los sentidos.
¡Ojalá, me encantaría!
Un beso.
Añoró este lugar! Siempre iba con mi madre🌸👍💟
Entonces me alegra haberlo traído aquí si te trae buenos recuerdos.
Un abrazo grande!
Para tí también, Bárbara 🌸
¿Queréis creeros que no he estado nunca dentro de la Boquería, a pesar de haber nacido y vivido 23 años en Barcelona? Ahora veo lo que me perdí… A propósito, también me gustan muchísimo las setas.
No me extraña, a un chico de 23 años a lo mejor no se le ha perdido nada en la Boquería, pero a los que nos encanta la gastronomía es un lugar obligado.
He leído Boquería y se me han llenado los sentimientos de aromas y colores… Ains els mercats…!
Petonets de rovellons amb all i pebre.
¡Y qué ricos estaban aliñados con cariño… que se ve que tienes buena mano para la cuina además de para las letras! Si es que el que vale, vale!
Petonets amic meu.
BÖbi…!
Ains!!!