Camille Claudel o la desdicha; difícilmente una vida puede ser tan terriblemente desgraciada. Camille, como Juana de Arco en la hoguera, el personaje que su hermano el escritor Paul Claudel recreara en su obra de teatro del mismo nombre, sufrió en vida todos los escarnios y tormentos que una mujer sensible de gran talento podría soportar. Nada se le ahorró; tuvo el infortunio de poseer el genio de un gran artista alojado en el cuerpo de una mujer y el desastre añadido de enamorarse de otro genio creador, Rodin. El impulso que Rodin infundió a la escultura moderna no es ajena al de Camille, ambos compartieron ideas estéticas, taller y trabajo, la pasión que no da tregua; vasos comunicantes donde no se sabe donde empieza y acaba la obra de cada uno. Rodin la traicionó con la que sería su mujer como persona y como artista al igual que su familia, que la internó en el manicomio de Montdesvergues donde permaneció durante treinta años hasta su muerte. Sola, incomunicada, abandonada. Puedo imaginar la locura sobrevenida y el dolor. Lo más paradójico es que la mayor colección de sus esculturas que se conservan se encuentren hoy en el Museo Rodin. La que otorga vida al barro, a la piedra, muerta en vida, condenada como Juana de Arco a padecer todos los tormentos.
Y ambos, Rodin y ella, en sus creaciones, insuflando el temblor a la carne, porque en las esculturas más llenas de vida de Camille, como en estas de Clotho, la carne vibra, los músculos imperfectos, que los años deshacen, como inacabados muestran la flacidez, la crudeza del paso del tiempo, con un realismo totalmente actual, sin concesiones al preciosismo.
Ö mon Dieu, ö mon Dieu ! à quelle corde touches-tu là ! S’il est une femme qui me tire une émotion fébrile et outrancière, c’est bien celle-là, et sa puissance démiurgique et son destin hors norme, funeste et tourmenté. Quelle artiste, quelle incarnation, quelle vibrance ! Et cette volonté de ne rien cacher, de ne pas travestir, de traduire la réalité brute de la vie ! Merci, j’avais bien besoin d’être happée par cette émotion si singulière !
Merci à toi, ma belle pour ajouter ce bijoux pleine de sentiment que je partage entierement. Les poètes comme toi ont le pouvoir de frapper. d’emouvoir comme personne…
Bisous, ma chère Phedrienne!
Descripción Único, Barbara ❤
Abrazos y besos de Hanna
Es un tema que me duele especialmente.
Muchas gracias, querida Hanna
Todo mi cariño.
Brillaba entre las líneas, Barbara ❤
Eres un encanto, un sol como decimos en España! Gracias de nuevo.
Un beso.
Creo que he entendido las palabras de Phédrienne, a pesar de mi francés casi inexistente. Y, por supuesto las tuyas que como, dice Hanna, son una descripción única. Al hacerme mayor, cada vez me impresiona más la cantidad de dolor que hay en el mundo; dolor que todavía debe ser más punzante para las almas sensibles de los artistas.
Me impresionan también las esculturas; pero no me siento capaz de añadir nada a lo que tú dices, Bárbara, ni mucho menos mejorarlas
El dolor forma parte de la vida, pero hay vidas que soportan una carga terrible,El caso de Camille es de esas que piensas que no pueden soportar más. Muchas gracias, Joaquín por tu generosidad.
Un abrazo grande,
Me impresionan muchísimo estas esculturas. Es la viva imagen del dolor, del sufrimiento.
Lo has descrito muy bien, querida Bárbara.
Un besazo.
Son terribles pero llenas de verdad; Camille mejor que nadie conoció el sufrimiento.
Muchas gracias, guapísima.
¡Que sean muchos!
¿Es casual que La Estirga nos proponga a Camille cuatro días después de habernos mostrado a su contemporáneo Mucha? La belleza de la mujer floreciente, que precede a esa belleza tan distinta de la pura expresión del alma. Si hay que escoger, me quedo con Camille.
Muchas veces una cosa me lleva a la otra aun inconcientemente, en este caso no ha sido intencionado, pero se ve que este ha jugado su papel.
También prefiero la fuerza y la crudeza de Camille: es la vida sin tapujos.
Un abrazo, Elena..