
Max Ernst: » Et les femmes volcaniques relèvent et agitent, d’un aire menaçant, la partie posteriéure de leur corps» 1929. Collage sobre papel, 20 x 20.
El inventor Max Ernst, a lo largo de su trayectoria artística, no cejó de experimentar renovando las imágenes, dando un sentido nuevo a la percepción visual; sus técnicas innovadoras revolucionan las relaciones entre el material utilizado y el objeto final; el collage, el frottage, el grattage, la decalcomanía son la gran aportación a los artistas del futuro. 1916 es el año en que realiza su primera exposición individual y cuando comienza a utilizar el collage (recortar y pegar sobre una superficie distintos elementos) para lo cual utiliza impresos, catálogos y en general textos e ilustraciones de diversa procedencia; el resultado es un objeto nuevo con una carga que apela al inconsciente. En los años siguientes sigue realizando collages, como «Fruit of a long experience» de 1919 o «Dada-Gauguin» de 192o. Traslada su residencia a París en 1922 y, a partir de ahí, sus obras son netamente surrealistas con figuras fantásticas en espacios renacentistas pintados con una magistral precisión; como ejemplo, «L’eléphant Célèbes», realizado un año antes y hoy en la Tate Gallery (Londres). Inventa en 1924 el frottage (calcos de lápiz sobre tela o papel) y con esa técnica realiza una serie de obras que se recogen en su famosa «Histoire Naturelle» como definición y desarrollo del automatismo sicológico. Utiliza la técnica del grattage (raspado de pintura seca) en sus obras pictóricas y un ejemplo es «Eve, the Only One Left to Us» de 1925. Inventa las novelas-collage sustituyendo el texto por imágenes, publicadas por entregas, como si se tratase de las del XIX, y como sátira de los folletines. Las tres novelas que publicó son: «La mujer 100 cabezas», «Sueño de una niña que quiso entrar en el Carmelo» y, la mejor, «Una semana de bondad».
Esto es un breve resumen. Max Ernst es un prodigio y un revolucionario de la imagen y, como muestra, este botón.
¡Desde luego, qué mente más creativa, debía estar siempre en ebullición!
Un abrazo y feliz fin de semana a todos
Un genio de lo más! Y además pintaba como los ángeles pintores… que alguno habrá!
Feliz fin de semana con un fuerte abrazo.
Quizás los que pintaban angelitos negros 🙂
¡Para mí que sí!
Impresionan esas imágenes. Si que debía tener una mente muy inquieta.
Estupenda muestra, Barbara!
Muchos besetes desde el mar.
Muchísimas gracias, María!
Son días de mar y sol…
Muchos besos playeros !!!