Sorprendente esta capilla ecuménica, lugar de meditación para todos, creyentes de cualquier religión y no creyentes, lugar de celebración de actos en defensa de los derechos civiles y culturales. El arte de hoy al servicio del hombre en un lugar de paz; igual que la capilla que Matisse decorase en S. Paul de Vannces, en el sur de Francia (esta católica). Esta obra singular se debe al matrimonio Menil, franco-estadounidense, que huyó del nazismo y se establecieron en Houston, Estados Unidos. John y Dominique de Menil tuvieron la idea de crear esa capilla no confesional para la cual le encargan al pintor 14 obras; desde el principio Rothko acepta, con la condición de participar en la construcción junto al arquitecto Philip Johnson, sustituido después por Howard Barnstone y Aubry Eugene.
El interior de la capilla es un octógono inscrito en una cruz griega, con las pinturas en tonos diferentes de negro, violeta y marrón. Su exterior es parecido a los templos egipcios. La capilla se inauguró en 1971, un año después del suicidio del pintor en su estudio de N. Y. A partir de entonces se la conoció como la Capilla Rothko. Maravillosa obra de arte.
Me ha encantado esa capilla. No se me ocurre cómo podría decorarse para cumplir su finalidad ecuménica y, a la vez, hacerla más acogedora. Aunque quizá sobre cualquier decoración y ya está bien como figura en las fotografías. Gracias, Bárbara!
A mi me encanta tal como la concibió, sobria, elegante, despojada de cualquier artificio que distraiga a la mente…
De nada!
Un beso.
Si alguna vez voy a Houston, cosa bastante improbable, visitaré y rezaré en esta capilla ecuménica. Saludos cordiales.
La encuentro preciosa en todos los sentidos… y el hecho de que sea ecuménica, lugar de unión no de exclusión, la hace más bella.
Tampoco creo poder ir a Houston,,, me horrorizan los vuelos tan largos!
Un cálido abrazo, Antonio.