
Fernando Zóbel: «La vista en Otoño I» Acuarela sobre papel Guarro. Cuenca. 20 de octubre de 1977. 28 x38.
Fernando Zóbel de Ayala y Montojo nació en Manila el 27 de agosto de 1924 y murió en Roma el 2 de junio de 1984. Dos fechas que delimitan una vida dedicada a la literatura, la pintura, el mecenazgo, el coleccionismo; dos fechas imposibles de definir un carácter, la pasión por el arte que le lleva por España, Italia, Francia, Suiza, Estados Unidos. Ligado a la Universidad de Harvard y a la Rhode Island School of Desing de Providence, su periplo le permite conocer la obra de Rothko, el expresionismo americano y el informalismo europeo. Solo dos pinceladas biográficas para señalar su espíritu inquieto y el eje de su vida que fue la pintura.
Si su pintura es importante, su aportación a la siempre difícil técnica de la acuarela es, para mí, esencial. Quien quiera aprender, tiene en Zóbel a un maestro que consigue la transparencia, la atmósfera de la acuarela con la delicadeza de los clásicos orientales.

Fernando Zóbel: «La vista en Otoño II». Acuarela sobre papel Fabriano Roma «Michelangelo». Cuenca. 20 de octubre de 1977. 34 x 24.
Un libro imprescindible el editado por Rayuela prologado por José Miguel Ullán: «Zóbel. Acuarelas 1971-1977», Madrid, 1978.
Desde luego transmite delicadeza, es como si extrajera el espíritu del otoño.
Un abrazo y buen fin de semana
¡Sus acuarelas son exquisitas!
Gracias, feliz fin de semana con mucho frío!
¿Abstracción, realismo? Ambos pueden hacernos sentir, transmitir, incluso ver lo mismo.
Tienes toda la razón, un trozo del vestido de Las Meninas, con la pincelada de Velázquez, es pura abstracción o en Monet en sus Nenúfares; esa clasificación de toda la vida no me sirve.
Tiene una delicadeza exquisita! Me encanta!
Un besazo.
Celebro que te guste, era inevitable con tu gran sensibilidad…!
Un abrazo muy grande.
Durante muchos años unas litografías de Zobel han acompañado mis días. Ahora acompañan la de mis hijos.
Me encantan sus acuarelas, tan delicadas y con tanta fuerza al mismo tiempo.
Besos y abrazo.
¡Es una buena compañía! Muchas gracias Chelo por tu comentario. Mi exposición en Cuenca fue toda una experiencia; todo giraba en torno a él. Para mi es un maestro y lo que sé de la acuarela se lo debo totalmente.
Un abrazo grandísimo.
M’agrada, m’agrades… me gusta, me gustas…!
Un beso de esos de los de combinación perfecta… ya sabes…
Quant m’agrades, amic meu…! I com et trobo a faltar !!!
Sin tus comentarios chispeantes y burbujeantes esto no es lo mismo… que lo sepas.
Celebro que te gusten estas acuarelas de Zóbel.
Un petonet !!!
Bobi…!
¡Ya ves…!!!
Pero si te quiero más que la trucha al trucho…! Pronto andaremos en la normalidad…