En la cuna de la democracia, los griegos han votado a un partido de izquierdas radical. En Grecia el término radical no tiene la connotación de “extremismo”, radical allí significa renovación. Grecia, tras cinco años de dolor y penurias pide un cambio, necesita avanzar hacia el progreso social, hacia la esperanza. Syriza representa el no a la troika, a los recortes, el no a Merkel, el no a una Europa insolidaria con la gente, el no a los poderes financieros, el no al bipartidismo que han creado intereses de clientela. A Syriza le han faltado dos diputados para alcanzar la mayoría absoluta, mejor así; las mayorías absolutas no son necesariamente buenas; aquí no ha sido una buena receta, porque esas mayorías suponen casi un cheque en blanco, la prepotencia absolutista. Es hora de gobernar para el pueblo y es bueno que miremos allí donde nació la democracia. ¡Mis mejores deseos para el pueblo griego!
¡Y, desde hoy, también para el resto de Europa!
Pues sí!
Al menos es un motivo para la esperanza.
Ahora es lo que más falta hace… y ponerse a trabajar para recobrar empleos y dignidad.
Muchas gracias!
Un fuerte abrazo.
Yo he sido siempre y sigo siendo en gran parte conservador (que no neoliberal), pero tengo la esperanza de que los líderes europeos se den cuenta de que no se puede gobernar olvidando la dignidad y el respeto a la gente que son, a fin de cuentas, por quienes deberían trabajar. Lo mismo espero de Tsipras.
En cuanto a los alemanes, pronto han olvidado que su deuda fue condonada en un 62% (no hay errata en la cifra) en los años 50. Sin ello, quizá estarían todos vestidos de bávaros (no digo bárbaros 🙂 ) y malviviendo del turismo
Hay que esperar a ver lo que hacen, la gente ha pedido un cambio con la esperanza puesta en ellos, sabemos que no será fácil…
Tienes toda la razón, convendría que los alemanes no perdieran la memoria! Muy bueno lo de bávaros… Jaja!
Un abrazo grande.