La gran cómplice de Cortázar: Aurora Bernárdez

Los Cortázar en un viaje a India en 1956

Los Cortázar en un viaje a India en 1956

Hoy me he despertado con la noticia de la muerte de Aurora Bernárdez, su esposa, su amiga, cómplice y fiel custodia de la obra de Cortázar; quién mejor que ella para ser su albacea literaria… Murió ayer en París a los 94 años y seguía viviendo en la misma casa que compartiera con Julio, manteniendo en el buzón el nombre de su marido como si nunca se hubiera ido. Julia Saltzmann, amiga personal de Aurora y la editora en la Argentina de Alfaguara, dice en el País que, para saber quién era esa maravillosa mujer, había que acudir al libro «Cartas a los Jonquières»; totalmente de acuerdo: y añado que este «no diario» de Cortázar es el mejor diario que nunca se ha escrito. Quien no lo haya leído es un buen momento para adentrarse en la vida del maestro a través de las cartas que envía durante años a sus amigos los Jonquières en la Argentina. En esos primeros años en París, es él el que desgrana su vida en común, sus viajes por Europa, sus visitas a los museos, sus problemas económicos iniciales, sus trabajos como traductores en la Unesco (en la oposición sacaron respectivamente el número uno y el dos), sus lecturas. Una vida plena donde el arte tenía un lugar central, dos amantes con una vasta cultura que compartían en el desarrollo diario de sus vidas. Aurora, desde 1951 en París, era el  otro elemento de Julio; en la página 146, en la carta a Eduardo Jonquières de 16 de marzo de 1956, dice de ella: » … Tiene una sensibilidad sin los arrebatos culpables de la mía, y un sentido del humor que nos lleva a reírnos como dos adolescentes por las cosas más absurdas…»  Me hubiera encantado ver, aunque fuera de lejos, a esa mujer menuda que seguía paseando por el barrio, a Glop como la llamaba cariñosamente su marido.

En glíglico o no, Glop o Aurora, un recuerdo agradecido por la inmensa tarea desarrollada como albacea literaria del Maestro Cortázar.

Los Cortázar

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10 pensamientos en “La gran cómplice de Cortázar: Aurora Bernárdez

    • Fue sin duda una gran mujer, que no necesitaba de protagonismos, con una gran cultura y que vivió en primera persona el proceso creativo y vital de Córtázar.
      Hacían una pareja increíble, incluso fisicamente, ella menuda y él con sus dos metros de altura… Hay una imagen de él con su vespa circulando por París que me resulta muy divertida y refrescante… ¿te imaginas un cuerpo de dos metros en una vespa?
      Gracias Demian!
      Un gran abrazo.

  1. Gracias, Barbara por dejarnos aquí estas perlas.
    A mí, también me hubiera encantado ver a la menuda y sensible mujer.
    Un abrazote…

    • Buenos días María!
      A través de «Cartas a los Jonquières» se aprende a quererla; curiosamente está en todo como en un segundo plano, pero pienso que fue el motor, el eje; decisivo y fundamental de aquellos años… tan creativos. Después, cuando la vida los, separa fue la amiga incondicional lo mismo que él; fueron capaces de mantener un amor y un respeto hasta el fin… algo admirable.
      Muchas gracias, guapísima!
      Un besete.

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