Por las calles con historia de Florencia, se encuentran joyas sin valor como curiosos picaportes, entradas de carruajes, flores de lis en los sitios más insospechados, buzones del siglo pasado y entre inventos antiguos y nuevos las señales de tráfico más ingeniosas y divertidas como esta, en la que el guardia te prohíbe el paso, pero eso sí, con amor.
si es con amor!!! se puede permitir!!!
besos con mucho amor!!! 😛
¡Es lo que tiene el amor… que todo lo puede!!!
Sin amor ni besos podríamos mandar!!! Jajaja.
Debe ser una experiencia increíble para disfrutar de los muchos detalles que Florencia ofrece. La señal es un ejemplo maravilloso de una manera inusual de pensar.
All the best,
Hanna
¡Claro que sí, Hanna!!! En la calle se ve reflejado el espíritu de un pueblo, su forma de sentir, su sicología, sus usos y sus costumbres. Italia, en ese sentido, es como nosotros un pueblo mediterráneo e indudablemente con muchas cosas en común.
Gracias, por tus comentarios.
Un abrazo grande.
Qué lugar tan maravilloso es Florencia que te permite remontarte a un pasado explendorosamente artístico, incluídas las señales del presente. Por Barcelona también hay alguna de este estilo.
Bienvenida de nuevo.
Muchas gracias, Chelo. Volví via Barcelona, un lugar que quiero especialmente y que tuvo el detalle de ofrecer la casa Batlló iluminada, en todo su esplendor, a todos los viandantes que tuvimos la suerte de pasar…
¡Si es que Barcelona lo tiene todo!
Un abrazo.
Tiene hasta playa 😀
Un abrazo.
¡Además!!!
Otro abrazo,
¡Que ingenioso, que señal mas “majica” (que decimos aquí)! En un mundo, a veces tan frío y automatizado, estos detalles elevan mi optimismo y me hacen confiar en la capacidad del hombre para crear un futuro mejor.
¡Si que es majica, maño!Hay que ser creativos…
Un abrazo.
Avec humour et amour, que rêver de mieux ?
Pour mieux vivre on a besoin de l’amour et de l’humeur sans doute, chère Phédrienne!!!
Tout à fait d’accord !
Inspiring – we need more sign like this… 🙂
¡Muchos más…!!!
jejej buenissimo 🙂
¡Me alegra que te guste!!!
Gracias, Mathieu.
Wonderful!
Thak you!