Gauguin: «Autorretrato con nimbo». Óleo sobre lienzo. 79,6 por 51,7 cm. National Gallery of Art, Washington
Es posiblemente un autorretrato que cualquier pintor con sentido del humor y fina ironía hubiera querido hacer. La aureola de santidad sobre su cabeza quizá es lo primero que llama la atención. Este autorretrato lleva por título «Autorretrato con nimbo». Dos grandes masas de color conforman el cuadro, la parte superior en rojo, donde destacan dos manzanas, y la amarilla, en la que una serpiente que sostiene el pintor completa la idea de la tentación. La crítica religiosa se evidencia en esta simbología y en la intención de presentarse como «Tentador»; Gauguin se burla de sí mismo e ironiza sobre la imaginería cristiana. Choca también su expresión triste o melancólica o de resentimiento; se ha hablado de amargura por no tener el reconocimiento esperado de sus compatriotas. El cuadro está fechado en 1889, antes de partir hacia la Polinesia francesa.
La Estirga Burlona 
Sí es sorprendente. Y pienso que tu interpretación del cuadro es totalmente acertada. Muchísimas gracias por compartir la pintura y tus comentarios.
El tema de la aureola es muy chocante, sí.
Gracias a ti.
Un abrazo.
con un toque muy Iberico!!!
un beso grande.. 😛
¡Qué gracia, pues no me había dado cuenta!
Tienes mucha chispa -que decimos por aquí-, mucha ironía y toda el salero de las Islas Canarias!!!
Un abrazo grande, Muriel.
Gracias llegar a mí blog de cine te lo agradezco, tu blog es muy interesante si me lo permites volveré
feliz viernes
Saludos
Muchas gracias, Isabel; estoy encantada de tenerte como bloguera amiga. Tu blog me parece, también, muy interesante.
Feliz fin de semana. Un abrazo.
Mais c’est lui qui maîtrise le serpent, tenu fermement entre deux doigts, les pommes de la tentation sont multiples, l’une à maturité, l’autre pas, hum, intéressant !
Oui, intéressant et au même temps étrange et curieux… J’ai toujour pensé que l’idée du mal lié a la femme est diaboliquement machiste et cependant elle arrive jusqu’a nos jours…
Merci beaucoup, chère Phédrienne.
On peut aussi le voir comme un aveu de faiblesse chez l’homme, désarmé et impuissant 🙂
Une fois de plus toi fais mouche !!! Je ne suis pas écarté de toi…
Bises.