La diosa de la belleza y del amor, la Venus de Milo, pertenece al periodo helenistico de la escultura griega. Esculpida alrededor de los años 130 y 100 a. C. en mármol, de autor desconocido, fue encontrada por un campesino en Milo (Islas Cícladas). Un navegante francés la compró en Turquía para su gobierno en 1820, después de algunas dificultades y diversas vicisitudes. La escultura, de 112 cm. de alto, representa el canon de belleza clásico; el realismo la dota de una serena elegancia, a ello contribuye el drapeado de la prenda inferior que la cubre pudorosamente. El movimiento de la Venus se debe a la llamada curva praxiteliana que hace girar el cuerpo en forma de ese; levantando, en este caso, su hombro izquierdo, la cadera derecha y la pierna izquierda. Cuando una va paseando por las distintas galerías dedicadas al mundo griego y romano, y de pronto se la descubre ahí, como si nada, luciendo su belleza intemporal con una talla de mujer-mujer (nada de formas esqueléticas de pasarela), aparte de reverenciar al mundo clásico, padres de nuestra cultura, una se queda en paz simplemente admirando la belleza.

La escultura es preciosa, Bárbara. Como muy bien dices, es una escultura de una mujer-mujer, no una «escoba vestida», si me permites la expresión.
Por otro lado, es una desgracia que estemos olvidando una de las columnas de nuestra cultura y civilización. ¡Cuánto tienen que decirnos, todavía, los filósofos y dramaturgos griegos, y los juristas romanos! Y todos los que a lo largo de los siglos han construido sobre esos pilares de la sabiduría (parafraseando a Lawrence de Arabia).
También queremos negar la otra «pata»: la herencia judeo-cristiana. ¡Somos como Ícaro, pero sin ni siquiera tener alas!
Te permito, te permito, no faltaría más; `por cierto muy acertada.
¡Cuanta razón tienes! Ahora mismo saldría a la calle a pedir la inclusión del latín, el griego y la filosofía en los programas de estudio como obligatorias. Estamos perdiendo las raíces y descafeinándolo todo; creo que en algunas ciudades ya lo están pidiendo en las manifestaciones.
La herencia judeo-cristiana está ahí. Somos el resultado de todo ese mestizaje. Un abrazo.
Yo siempre he pensado que se puede ser una persona culta (a lo mejor estoy diciendo una herejía) sin saber lo que es una raiz cuadrada o la estructura de un determinado hidrocarburo. En cambio, una persona que no sabe quien fue Kant, Picasso o Mozart, desde luego no.
Beautiful sculpture – a visit to the Louvre without seeing or revisit the beautiful Venus de Milo – isn’t a real Louvre visit… 😉
¡Tienes toda la razón! Seria como no ir. Lo mismo pasa con la Gioconda… La visita es obligada y un placer. Muchas gracias Ledrake.
C’est amusant, elle m’a toujours fait un peu peur à moi, cette dame dont les abdominaux sont très martiaux et la pose conquérante ! Ou peut-être qu’elle est juste trop bien coiffée pour moi ( et mon esprit rebelle, tout comme ma chevelure indisciplinée) 🙂
C’est drôle! Toi peur? Ça, ce n’est pas possible, belle dame de chevelure indisciplinée et de esprit rebelle, bien qu’elle soit très forte et bien coiffée,,, Grand merci Phédrienne. Bisous.
J’adore ton esprit, Barbara ! 🙂
Para Joaquín
Pienso lo mismo. La base humanística que teníamos los de nuestra quinta y la tuya, que eres más joven, ahora no se tiene. Y la verdad es que es una pena. Gracias por tus comentarios, Un abrazo,
Pour Phédrienne
Et moi le tien!!!
Tienes toda la razón al decir que es una belleza atemporal, porque la belleza -es mi opinión- sobrepasa y supera cualquier moda.
Como muy bien dices las modas pasan y la belleza permanece.El canon clásico de belleza, desde el siglo de Pericles, nos sigue asombrando y maravillando. Gracias Charo, un beso.
Otro beso para ti, Bárbara, con un Buenos días.
Empezar el día con un saludo y un beso es lo mejor que nos pueden dar. Gracias, lo mismo para ti Chelo!!!