El Museo Picasso de París, ubicado en un precioso palacete situado en el barrio del Marais, es un lugar tranquilo donde pasar una mañana o una tarde disfrutando de la colección que el pintor legara al Estado francés. Del polifacético Picasso se encuentran, en la parte baja del edificio, una serie de esculturas de cabezas de mujer fechadas en 1931 en Mougins.

París debe ser el olimpo de los artistas y el paraíso de los aficionados al arte. ¿Existe algún pintor de renombre que no tenga allí su propio museo?
Pues sí, ¡Hombre, supongo que muchísimos!