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El Maestro Zao Wou-ki

Zao Wou-Ki: «3-11-68» . Óleo sobre tela, 195×130 cm. Galerie de France, Paris.

Chao Wou-Ki será en Francia Zao Wou-ki, a donde llega con 27 años. Nacido en China en el seno de una familia noble, de intelectuales y banqueros, muy joven decidió dedicarse a la pintura influenciado por las obras de Cézanne, Matisse y Renoir. Procedente de China, llega a Marsella tras un viaje de más de un mes; su objetivo era París. En un principio vive en distintos lugares de Montparnasse y posteriormente encuentra un pequeño estudio en la rue du Moulin-Vert cerca del de Giacometti. Se inscribe en la Aliance Française para aprender francés. Instalado en París en 1948, comienza a pintar como los pintores franceses que tanto admiraba, pero poco a poco su sensibilidad se va encauzando hacia una abstracción muy personal llena de misticismo. La delicadeza oriental impregna sus obras de grandes formatos donde el color fuerte se degrada con una sutileza llena de matices de una gran belleza. Descubre y aprende la técnica de  la litografía, que le entusiasma. Viajero infatigable por Europa y Estados Unidos, las grandes galerías exponen su obra y traba amistad con pintores como Hartung, Miró, Tàpies, Chillida… Sus paisajes imaginarios, de una belleza incontestable, tiene una base real en los distintos países del mundo que recorre, como Canadá, México, España… Sus dibujos al modo de Matisse de su época inicial tienen la suavidad del trazo de quien domina la caligrafía china y la levedad de las aguadas. En un viaje a Suiza, conoce la obra de Paul Klee, cuyo grafismo peculiar marcará sus pinturas durante una serie de años decisivos. La obra de Zao Wou-ki, este maestro universal de la abstracción, es el resultado del feliz maridaje de la cultura francesa y la cultura milenaria china. Es poco decir que me entusiasma su pintura: me parece de una grandeza inmensa. Un dato para los cortazarianos del mundo: en «Las armas secretas» se citan unas litografías de Zao Wou-ki porque Cortázar admiraba su obra. Otro dato curioso es que,el pintor, no titulaba sus obras, solo ponía la fecha en que las terminaba.