
Matisse: «Tahití II». Aguada sobre lienzo. 238 X185 cm. Musée Matisse Le Cateau-Cambrésis (Francia)
Otra manera de encarar el paisaje en esta aguada que realizó el pintor en su anhelado viaje a Tahití, paraíso de su admirado Gauguin. Es en los años treinta cuando al final pudo realizar su sueño. En esta obra, singular, los mástiles del barco casi al centro son el eje alrededor del cual el resto de los elementos, las nubes, los árboles, parecen dotados de un gran movimiento; paradójicamente el barco está varado, encajonado, quieto. La línea del horizonte, con esas nubes, contribuye a aplastar, a situar el barco blanco, girado hacia la derecha, en esa quietud del mar. La cortina con motivos blancos como el barco es el nexo de unión entre los dos planos. Divertida, alegre, esta aguada de gran proporción refleja la alegría de vivir, el juego permanente de Matisse; los colores planos, puros y la simplificación son ya precursoras de las posteriores aguadas recortadas.