Fotos Bárbara
Tras una semana en Roma, vuelvo con las pupilas dilatadas como bruja de aquelarre ante tanta visión de la belleza con mayúscula. El Ara Pacis Augustae o el altar de la Paz de Augusto fue mandado construir por el Senado romano, en el año 13 a. C en señal de agradecimiento al emperador Augusto. Realizado en mármol de Carrara, celebra la paz en el Mediterráneo tras las victoriosas campañas en Hispania y la Galia. Es uno de los monumentos más significativos de la antigua Roma. Funcionaba como templo de sacrificios y estaba erigido en el Campo de Marte. Es uno de los mejores testimonios del arte y de la ideología en el renacimiento imperial de la metrópolis.
Roma nunca se acaba. Me encanta Roma. Buen día, amiga.
Tienes toda la razón, hay tanto por ver que resulta inagotable. En Italia me encuentro como en casa, la gente simpatiquísima y cariñosa. Gracias, querida amiga. Un abrazo.