Foto Bárbara
Las casas de campo antiguas tienen ese sabor de otros tiempos; sabor de añoranza de días felices, de vacaciones, de reuniones familiares, de gentes que ya no están y de algo que aún así permanece y permanecerá en las generaciones venideras. Un hogar es el centro de la familia y de los amigos que giran alrededor, es ese lugar de encuentro que nos ata a la tierra.