Foto Bárbara
De vuelta a casa tras un finde estupendo en Alicante, me encuentro con que los rosales de pitiminí se han puesto como locos; los capullitos se han abierto y me reciben así de bonitos, luciendo ese color rosa subido como si se ruborizasen de puro placer. ¡Eso es tener un buen recibimiento!