
«Árboles en otoño», c. 1906

«Waldinnerest (interior del bosque)», 1938

«Autorretrato con pipa», 1907
Pintor alemán fundador del grupo expresionista «Die Brücker» (El puente). Estudió arquitectura en Dresde al tiempo que comenzó a pintar. Se graduó en 1905. Un año antes se trasladó de forma temporal a Múnich, trabajando en varios estudios y allí conoció la obra de grabado de Durero, que le incitó a trabajar el grabado en madera. A su regreso a Dresde fundó, junto con Erich Heckel y Karl Schmidt-Rottluff, el grupo «Die Bücke» de ideas revolucionarias, que desarrolló una gran actividad en común en el taller que compartía con el primero en una antigua carnicería de un barrio obrero. Se interesó vivamente por el arte primitivo visitando con frecuencia el Museo Etnográfico de la ciudad pero fue en Berlín donde pintó sus obras mas importantes a partir de octubre de 1911, que le dieron cierto renombre. En 1912 fue seleccionado con su grupo para participar en una exposición de El Jinete Azul (Der Blaue Reiter). En 1913 fue seleccionado para una gran exposición de arte europeo que se celebraba en Nueva York, el «Armory Show». Su temática se centró en el paisaje, el desnudo y, al final, en las calles berlinesas con su ajetreo. La Primera Guerra Mundial fue un cataclismo que le deterioró tanto física como mentalmente y se retiró a Davos, donde se aisló del resto del mundo. En Suiza comenzó a pintar de nuevo y a hacer critica de arte bajo un seudónimo. Con la ascensión al poder de los nazis, que destruyeron parte de sus obras, sufrió una recaída en su depresión y se suicidó en 1938. «Calle de Dresde» de 1908 y «Calle de Berlín» de 1913 muestran el cambio entre su primera época y su época de madurez; ambos cuadros están en el MoMA. Su cromatismo es agresivo y con grandes contrastes de color.
Vaya sorpresa: A mí también me fascina Kirchner. Me maravilló cuando lo conocí un verano que estuve en Munich.
De los cuadros que muestras, mi favorito es el autorretrato.
Es un placer leerte.
Alberto Mrteh (El zoco del escriba)
Parece que nuestros gustos siguen coincidiendo y me alegro por ello. Veo que eres un gran viajero, yo si pudiera tendría siempre hecha la maleta.
Kirchner tiene una gran fuerza y ecos vangogianos. Reitero lo que ya sabes: Eres un gran narrador y espero ver publicado tus libros que seguiré con grandísimo interés.
Un gran abrazo.