No creo en las meigas, pero haberlas haylas, como dicen los gallegos. Esto parecía un atasco por causas ignotas, de naturaleza extraña y en estos día la situación me ha llevado a pensar, en vista de que llevamos a nivel nacional un atasco político semejante, a un nudo gordiano sin visos de solución a corto plazo, que el blog se había contagiado -sensible como es- del ambiente circundante. Pero hete aquí que esta noche el lío se ha resuelto por sí solo. Hay cosas que, tal como vienen, se van y todo vuelve a su cauce y a su condición natural. Los años me han concedido el don de la paciencia -alguna ventaja tiene que tener el paso del tiempo- y la verdad es que me lo he tomado como un respiro y como un descanso para mis queridos amigos. Et voilà, ya estoy aquí para seguir dando guerra!
Os agradezco de todo corazón el interés y el seguimiento que he tenido en estos días.
Les fruits d e la passion autant que de la patience si j’ai bien compris 🙂
Ma chère Phédrienne, c’est la passión et la poesie en tout ca, come toi!
Bisous.
¡Bienvenida de nuevo Bárbara! Echábamos mucho de menos tus intervenciones.
Eres un sol! Ya ves, esto es como una adicción.
Muchas gracias!