
Andrea del Sarto: «La Virgen y el Niño entre S. Mateo y un ángel».C. 1529. Óleo sobre tabla, 98 x69. Museo del Prado, Madrid.
Este autorretrato quizás sea la pintura menos conocida de entre las obras del pintor toscano nacido el 18 de julio de 1486 y fallecido en 1531, que se dedicó al retrato de forma esporádica. La mayoría de su obra es de carácter religioso, como era habitual en el siglo XV, por encargo de las distintas órdenes religiosas para la decoración de conventos y claustros, como el del claustro del Scarzo, que terminó en 1526. Su estilo manierista se completó con el estudio de los trabajos de Miguel Ángel, Rafael y Leonardo. Los frescos que realizara para Santa María Novella y la iglesia de la Santa Trinidad son muy del estilo de Ghirlandaio, pero con una atmósfera ya más de la forma de hacer de Leonardo. De los tres maestros del Renacimiento, Andrea supo extraer lo más característico de cada uno, pero sumando la refinada sensibilidad que le caracteriza. Su corta estancia en París, llamado a la corte francesa por Francisco I en 1518, para el que había realizado «La Virgen con el Niño», «Santa Isabel y S. Juan niño del Louvre», finaliza prontamente por los supuestos apremios de su mujer Lucrezia, de manera que el pintor regresa a Florencia en 1520. La segunda obra, «La Virgen y el Niño entre S. Mateo y un ángel» -conocida también como «La Virgen de la escalera»- se pintó para decorar la sacristía del monasterio del Escorial y desde allí llegó a El Prado en 1819; pintado originariamente para el banquero florentino Lorenzo di Bernardo, formó parte de la colección del Duque de Mantua y adquirida posteriormente por Carlos I de Inglaterra; de la corte inglesa pasó a la corte española como un regalo a Felipe IV. Se dice que el rostro de la Virgen es el de la mujer del pintor. Siempre me ha resultado muy curioso, de esta bellísima composición piramidal, ese rostro de mujer de rasgos «normales», no idealizados, que suele ser lo más frecuente en este tipo de representaciones religiosas; posiblemente por eso me gusta tanto.
Bellissimo post su un grande artista. Un abbraccio
Veramente grande! Grazie Enrico e per te un grande abbraccio.
Quizá «demasiado normales» 🙂 De todas formas , el cuadro es preciosos y el autorretrato es fantástico.
No sé que tiene esta pintura que me ha fascinado desde siempre, la veo muy cercana… Andrea del Sarto me gusta mucho, tiene algo que no sé definir.
Si è vero, l’autoritratto è bellissimo. adoro anche il suo cenacolo. un abbraccio
Io adoro a Andrea del Sarto. Un abbraccio, caro Enrico!
Un bel autoportrait saisissant d’expression et d’intensité. Quel regard !
J’adore ce regard aussi trés intelligent! Merci chère Phedrienne.
The self portrait is very realistic & probably a good likeness, so an honest portrayal of the artist. In the second painting it is the subject matter, the story, that is the important thing.
Ciertamente es un autorretrato muy actual y realista; lo que nos puede acercar mucho al rostro del pintor. Y verdaderamente el eje de esta pintura es la maternidad.
Muchas gracias, Ash!
Es precioso y creo que esa «normalidad» de en el rostro de la mujer, lo hace más accesible.
Besetes de viernes, querida.
Hola, guapa! Es una maternidad muy cercana que me encanta.
Y de todos los días…, así que te mando un montón!