
De Chirico: “Héctor y Andrómaca”, 1912. Óleo sobre panel. Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea, Roma.
Se puede considerar a De Chirico el creador del arte metafísico, que algunos datan alrededor de 1910, año en que su pintura ya contiene los elementos esenciales de este movimiento vanguardista y años antes del manifiesto llamado “Nosotros los metafísicos”, publicado en 1919 y firmado por él y por Carrá. El movimiento tuvo poco recorrido, disolviéndose un año después. En sus años de adolescencia, en Florencia, estudió a fondo el arte renacentista en la Academia de Bellas Artes pero, buscando una enseñanza más disciplinada, con posterioridad se matriculó en la Academia de Bellas Artes de Munich; de esos años recibe también la influencia de filósofos como Schopenhauer y Nietzsche. Pero qué es el nuevo movimiento y qué persigue. De Chirico nos dice: “Yo solo empezaba a distinguir los primeros fantasmas de un arte más completo, más profundo, más complicado y, en una palabra (…) más metafísico”. Y aunque él rechaza el sueño como fuente de creación, en su pintura encontramos unos claros elementos surrealistas, de modo que se anticipa a ellos con la inclusión de objetos simbólicos, elementos arquitectónicos, arquerías clásicas, maniquíes extraños a los que dota de otros significados… Y, como siempre, el gran Apollinaire quedó fascinado por su obra, a la que apoyó con gran interés; hay que ver lo que le deben los grandes pintores vanguardistas al poeta Apollinaire, a su generosidad entusiasta. El clasicismo de De Chirico conquistó a los críticos parisinos y a Picasso y a Braque como no podía ser menos. El pintor griego, de origen italiano, se formó a conciencia dibujando y copiando desde Atenas, Florencia y Munich el arte del mundo clásico, y no se equivocó.
Parece como si Dalí se hubiera vuelto cubista 🙂
Feliz fin de semana a todos
Jajaja… o babilónico !!!