La foto lo dice todo, una versión muy divertida e ingeniosa del arroz a la cubana, especial menú para que los pitufos de la casa se diviertan comiendo. Las patas del salchipulpo tienen el movimiento adecuado para dotarlo casi de vida; el corte de las ocho patas hay que trabajárselo, porque tienen su aquel; parece sencillo, pero hay que ensayar. A los papás y abuelos estos «deberes» para el fin de semana; los niños se lo agradecerán. ¡Por mi parte, gracias a ARSO y a su buen hacer en la cocina!
¡Genial! Seguro que con eso se logra hacer comer el arroz a un peque. Si lo hubieratenido cuando era pequeño (y un mal comedor, quien lo diría ahora 🙂 )
¡A esto le llamo yo cocina creativa! No me puedo creer que fueras un niño inapetente…menos mal que te has «regenerado»… jajaja. Comer bien es un auténtico placer y echándole imaginación cocinar así resulta irresistible.
Un abrazo grande!
Chévere 😀 es hermoso.
Un saludo desde Ecuador
E Irresistible para la imaginación de los niños…
Muchas gracias, Donovan, por ese saludo desde Ecuador!
Otro saludo muy cordial desde España.
😀
Ça a l’air bon comme tout.
Bonjour, Suzanne!
Merci beaucoup pour ton commentaire.
Amicalement.
Yo también me lo comería, además de divertirme!!
Besos degustados.
Es superdivertido, antes de que te des cuenta se lo podrás dar a esa personilla tan preciosa…!
Besos, querida Chelo.