Mari Pili es una gallina ponedora que vive en el campo al aire libre. Una expresión tan radiante con esa cresta al viento es el resultado de su estado de ánimo: Mari Pili es feliz. Observen si no la mirada inteligente con que mira a la cámara, escrutando lo que sucede a su alrededor con una viveza que otras en cautividad no tienen. Mari Pili lleva una dieta equilibradísima, se alimenta de todo lo que pilla y de granos de maíz; la he visto correr con sus hermanas y da gozo verla. El cielo sobre el cual se recorta es como su aura de tan bonito, o bien el resultado de su enorme energía. Excuso decir que los huevos que pone Mari Pili son de muchas estrellas Michelin… esos que antes se disfrutaban solo con ver esa yema amarilla, amarilla, prieta, y que con buen pan de pueblo para mojar nos hacía suspirar. ¡Cómo ganaría nuestra calidad de vida si todas las Mari Pilis vivieran Felices en Libertad!
La estupenda foto es obra de la excelente periodista Julia Albaladejo.
Estoy tan de acuerdo contigo y Mari Pili me parece guapísima, qué mirada!
Creo que tiene una actitud de dignidad y de orgullo… es libre y feliz!
Gracias Rosa de los Vientos por sentirlo así!
Un abrazo!
Has descrito perfectamente las cualidades innatas que resaltan de la conducta siempre alerta de las gallinas, que si además andan libres ( son de rancho como se dice por acá ), el alimento que nos dan tienen la garantía de todas las estrellas Michellin posibles,
Un abrazo con mucha simpatia, como la que inspira Mari Pili.
Parece que no se le escapa un detalle.Y la felicidad se la da el ser de rancho… eso es indudable! Yo no podría hacerme vegetariana porque aunque todo lo vegetal me entusiasma, no podría vivir sin los huevos fritos con patatas.
Muchas gracias Demian, Mari Pili te lo agradece de corazón!
J’aime son regard !
Énormément joli !
Merci beaucoup, hahahihi chachasire!
Nunca será lo mimso una gallina en cautivad que en libertad, como bien dices, la mirada de Mari Pili lo dice todo
Su imagen me entusiasmó en cuanto la vi…! Me pareció tan resuelta, tan decidida con esa mirada firme como diciendo : estoy aquí!
Muchas gracias, por tu comentario.
Un abrazo, eltiempopasamuydeprisa!!!
La mirada de Mari Pili me recordó la de mi madre cuando me dedicaba una riña, je, je.
Una gallina auténtica, como deberían estar todas, así en libertad y con ese aire de gran señora.
Besetes, Barbara…
Tienes toda la razón, es muy enérgica…!
La falta de libertad también debe aniquilar a las gallinas… me da mucha pena ver esas naves industriales donde se amontonan… ahí dentro no pueden ejercer de gran señora!
Muchas gracias María.
Un besazo.
Y no olvidemos a su dueño -más bien papá-, que tal como es les debe hablar y hasta cantar, ¿no?
Realmente un San Francisco de Asís, no he visto nada igual: todo amor por los animales!
Jaja! Con lo contentas que se ponen todas cuando lo ven… Son un espectáculo. Las gallinas están infravaloradas!! Un post genial!! (eso sí que tiene mérito, y no la foto…)
¡Me encantaría verlo! Un gran sentimiento de ida y vuelta… Totalmente de acuerdo, infravaloradas, y en general hasta los grandes simios, que son primos hermanos nuestros; jamás olvidaré la mirada humanísima de Copito de Nieve… qué tristeza detrás de aquellos barrotes! Nos impresionó hasta las lágrimas. Todo el mérito tuyo, guapísima!
Un besazo!!!
Sólo una poetisa como tú, Barbara, es capaz de escribir de esta manera sobre algo (o alguien) como la gallina…Y no quiero ni pensar en los huevos fritos que describes: ¡se me hace la boca agua!
En cuanto a Copito de NIeve, tuve una experiencia semejante viendo a un gorila en el zoo de Madrid: ¡qué mirada tan triste y tan sabia!
Todo lo creado me inspira, soy, como el abuelo Joaquín, una entusiasta de la naturaleza y de los animalicos… es cuestión de genes. Los huevos de Mari Pili son como los de antes, un sueño, ellos sí pura poesía!
Lo de los gorilas es impresionante de verdad.
Un abrazo grandísimo!