Llevo días, en estas mañanas de alérgicos estornudos tempraneros, en los que salgo al jardín para comprobar que las abejas existen. Porque hubo un tiempo, no hace mucho, que parecían extinguidas totalmente. Ese cataclismo a nivel mundial ya se venía anunciando desde todas las partes del mundo. Bueno pues cuando las veo libar de flor en flor, me invade una tranquilidad que trasformo en un suspiro de alivio. Y entre estornudo y suspiro me parece escuchar a Carlitos Gardel cantando: «Madreselvas en flor…» con esa voz inconfundible…
No he podido dejar de poner el estribillo de la canción que Gardel inmortalizó:
Madreselvas en flor que me vieron nacer
y en la vieja pared sorprendieron mi amor
tu humilde caricia es como el cariño
primero y querido que siento por él.
Madreselvas en flor que trepándose van
es su abrazo tenaz y dulzón como aquel
si todos los años tus flores renacen
hace que no muera mi primer amor.

Una de mis flores preferidas 🙂
¡Y qué perfume!!!
Tengo un mini jardín, pero lleno de madreselvas, me encantan.
Muchas gracias por pasar, sé que estás muy liada con exámenes por lo cual te lo agradezco más.
No había pensado en el tema de las abejas, aunque leí algo hace tiempo. En cualquier caso, es una bendición tenerlas para poder tener flores. Y la foto es preciosa: muchísimas gracias, Bárbara.
Lo de la supervivencia de las abejas es un tema muy preocupante y muchas se han trasladado a las ciudades huyendo de los pesticidas; lo curioso es que la contaminación de las ciudades lo soportan mejor. Me documenté para escribir un cuento… un día de estos lo pondré en el blog.
Gracias y un abrazo primaveral.
Así lo había leído, ahora se trasladan a las ciudades y dos especies emparentadas con las abejas de la miel sustituyen los restos de hojas y resinas naturales por fragmentos de bolsas de plástico y poliuretano para construir sus colmenas.
Buena la foto!. En tu casa también tenemos una madre selva pero con flores rojas.
Un buen fin de semana para ti..
El asunto este de las abejas es apasionante; desde hace unos años cualquier hotel de París de categoría incluyen en sus desayunos miel producida en sus terrazas o azoteas. En el vestíbulo de la Opera del Palais Garnier venden su propia miel y también lo hacen desde internet…
Gracias por tus comentarios siempre interesantes.
Feliz fin de semana con un abrazo!