Si algo bueno tiene el invierno es calentarse al lado de una chimenea y oír el crepitar de la madera; beber algo caliente y oler a leña quemada. Paradógicamente esa llama azul, como de aquelarre, es un calor frío, pero solo engaña a la retina. Poner un viejo vinilo mientras el maestro Abbado dirige la quinta sinfonía de Mahler es la mejor forma que conozco de rozar la felicidad. El maestro murió hace unos días, pero nos deja su sabia forma de sentir, de modular la música con sus manos.
Frío calor azul… y Mahler. Aprendí a amar su música con Kubelik, en los vinilos de la Deutsche, sin verlo dirigir y sin chimenea. El día de la muerte de Claudio Abbado me quedé por la noche viéndolo dirigir, precisamente, esa Quinta Sinfonía en el monitor del ordenador, como un pequeño homenaje. Y sentí cómo un cálido azul me llenaba, sobre todo al repetir el «Adagietto».
Un gran y azul beso abbadiano.
¡Y cómo nos gusta esa quinta Sinfonía! Tú lo has dicho todo…
Así queda Abbado entre nosotros, sellado en un gran beso azul!
no lo conocìa!
Fue uno de los mejores directores de orquesta de todos los tiempos; dirigió entre otras la de Berlín, Londres…y era, además un gran ser humano, humilde, que no quería que le llamaran Maestro. Magnífico Claudio Abbado!!!
Besos musicales.
Ya me has puesto Ojiplático y además con los dientes largos… tendré que esperar a dentrod e dos semanas… Cachuentó…!
Un beso de los de… de esos de delante de la chimenea.
¡Todo llega, querido Josep! ¡Ay, cómo nos gusta eso del calorcito natural, que tanto relaja; asar castañas y sentir que tenemos por delante todo el tiempo del mundo…
Un beso de esos… invernales.
Cachu en toas las castañas…! Ya dicen bien que la naturaleza es sabia… sería una hecatombe que las tuviéramos en pleno verano…
Besos de los de frigo dedo y frigo pie.
Qué foto más bonita: cálida llama, cielo sobre fuego, amor brujo, nana sinfónica, sueño, elevación, éxtasis…Muchísimas gracias por la foto, y vuestros comentarios.
¡El fuego tiene ese poder evocador!!!
¡Sí que lo es… digo, sabia la madre del cordero! No me imagino castañas primaverales, «cuanto ni menos» las veraniegas!
Besos castañeros.!!!