Esta obra de Klimt, un óleo de las mismas proporciones que el «Huerto con gallos», llamada «La casa del guardabosques», representa la casa en Weissenbach, junto al Atersee, en la que el pintor vivió un corto periodo de tiempo en 1912 y en los veranos de 1914 y 1916. Se expuso en Berlín en 1916; sobre su cronología los críticos no se ponen de acuerdo, sí sin embardo en la influencia de Van Gogh. Durante estos años pinta los retratos de Bárbara Flöge, Charlotte Pulitzer, Friederike María Beer… y será en ellos donde Matisse influirá en su nueva concepción del color cada vez más fauve como en el retrato de Johanna Staude, por ejemplo. Participa en la exposición del Bund Österreichischer Kaünstler en la Secesión de Berlín junto con Schiele, Kokoschka y Faistauer. En Alemania, desde 1914, se había iniciado la crítica a la obra de Klimt bajo la influencia de las teorías expresionistas. De estos años es también el «Sendero en el parque del castillo Kammer», donde así mismo se siente la influencia, sombra o espíritu vangoghiano; en cualquier caso es una obra con un indudable encanto paisajístico.

Muchas gracias por tu preciosa introducción a Gustav Klimt, Barbara.
Muchos abrazos,
Hanna
Buenas noches, querida Hanna, gracias a ti por seguir el blog.
Celebro que te haya gustado,
Un fuerte abrazo.
Suscribo las palabras de Hanna. Y gracias por ayudarme a descubrir a Klimt. Un abrazo
No hay de qué; en la trayectoria de cualquier pintor se suceden distintas etapas que forman parte de un un proyecto único que la mayoría de las veces toma un rumbo sorprendente, que Klimt terminara pintando como Matisse lo es…
Un abrazo.