Antonio Ungar: Tres ataúdes blancos

Quisiera que este comentario fuese brillante, ocurrente, divertido para rendir homenaje a un escritor que reúne todas las cualidades que hacen que un libro resulte inolvidable. Antonio Ungar nació en Bogotá en 1974 y en la actualidad vive en Jaffa; poco más sé de su biografía, cuestión nada relevante, por otra parte, pues su mejor carta de presentación puede ser cualquiera de sus obras. Escribe crónicas, cuentos y novelas; sus trabajos periodísticos se publican en distintos países y en 2005 obtuvo  el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar. «Trece circos y otros cuentos comunes» reúne todos sus cuentos hasta la fecha; «Zanahorias voladoras» y «Las orejas del lobo» son dos de sus novelas. «Tres ataúdes blancos» fue premio Herralde de Novela en 2010 en su edición XXVIII.  «Las orejas del lobo» fue finalista del Courier Internacional al mejor libro extranjero publicado en Francia en 2008… Un autor joven con un gran talento.

Y siento que mi reseña no sea ni brillante ni ocurrente ni divertida, porque tengo un trancazo tremendo, las neuronas que estornudan todo el rato, las ideas pegadas las unas a las otras por tanta secreción nasal y mi alta estima, en los días en que me siento optimista, por los suelos; de modo que con esas condiciones poco se puede hacer salvo tomarme una infusión de tomillo para aliviar la garganta.

«Tres ataúdes blancos» es una crítica feroz de las dictaduras en países de América del Sur, de la corrupción del poder en una república llamada Miranda. El protagonista, un ser antisocial y solitario que se ve forzado a suplantar al dictador. Situaciones disparatadas, hilarantes, divertidisimas se suceden en esta novela que a través del humor denuncia la política y a los políticos sin escrúpulos. La gran capacidad de Ungar es que nos engancha desde la primera frase con una excelente escritura. El humor hay que saber trabajarlo, es muy difícil hacerlo bien, hay que ser un gran escritor para dominarlo. En este  frenético thriller  se suceden las aventuras y la realidad se muestra en toda su fragilidad;  Ungar es, sin duda, un malabarista. Esta es una obra brillante -él sí-, ingeniosa, maravillosamente escrita; cuando un libro así se termina se produce una situación de desánimo y surge el siguiente pensamiento pesaroso: ¿Cuándo volveré a leer, a disfrutar con un texto semejante…? El maestro Cortázar decía algo así sobre los libros, que los hay buenos y los hay, los otros, que se caen de las manos; este no se cae de las manos. Es una joya para lucirla en los parques leyéndola mientras se toma el sol, en los cafés, para enseñar a los amigos, para difundirla y agradecer el talento de un valor consagrado y en alza.

Editorial Anagrama. Barcelona, 2010.

4 pensamientos en “Antonio Ungar: Tres ataúdes blancos

    • ¡A mí me va muy bien! Me gustan muchos las hierbas y los remedios naturales.
      Muchas gracias, Hanna.Creo que a Ungar lo han traducido a varios idiomas.y aunque estas sean buenas siempre se pierden giros…
      Un gran abrazo.

  1. ¡Deberían contratarte de una editorial, Bárbara. Cada vez que leo una reseña tuya de un libro, me dan ganas de leerlo!

    • ¡Estoy abierta a cualquier oferta ! Jajaja
      Muchas gracias; lo que no hago nunca es reseñar un libro que no me guste y ese debe ser el truco,

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